Deportaciones masivas amenazan la salud de millones de niños

Juan Fierro, director del refugio migrante El Buen Samaritano en Ciudad Juárez, advirtió que las deportaciones masivas proyectadas por el presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, pondrían en riesgo la salud física y psicológica de más de 4.4 millones de niños. Según Fierro, estas medidas no consideran los derechos fundamentales de los menores, muchos de los cuales poseen ciudadanía estadounidense.

La posible separación de familias podría dejar a millones de niños en una situación de orfandad, ya sea al permanecer en Estados Unidos sin sus padres o al ser obligados a migrar hacia los países de origen de éstos. Salvador Guerrero Navarro, docente de la Universidad Iberoamericana, señaló que la red consular mexicana tendrá un papel crucial para mitigar las consecuencias de estas medidas. Guerrero subrayó que, aunque legalmente una deportación masiva sería difícil de implementar, es esencial promover estrategias jurídicas que permitan alivios migratorios para las familias afectadas.

En este contexto, se destacó la importancia de los decretos firmados previamente por el presidente Joe Biden, como aquel que facilitó la regularización de cientos de miles de personas. Estos precedentes podrían servir como base para defender a quienes enfrentan el riesgo de deportación.

Desde el punto de vista médico, André Bustillos, miembro de Médicos sin Fronteras, insistió en que las consecuencias de estas separaciones no se limitan al ámbito legal. La ruptura del núcleo familiar generaría altos niveles de ansiedad en los menores, además de afecciones respiratorias y digestivas derivadas del estrés. Bustillos hizo un llamado a desarrollar estrategias integrales que garanticen tanto la estabilidad emocional como la salud física de los afectados.

La incertidumbre es generalizada. María de Lourdes, una madre mexicana residente en Texas desde 2014, expresó su preocupación. Madre de dos menores nacidos en Estados Unidos, teme que una eventual deportación la separe de sus hijos. “Mis hijos nacieron acá, y no sé qué haría sin ellos”, comentó.

Estas historias reflejan la creciente ansiedad entre las comunidades migrantes, que enfrentan un futuro incierto mientras se acercan las nuevas políticas migratorias prometidas por la administración entrante.

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