De Pedro al Vaticano: La historia del papado y el surgimiento del Estado más pequeño del mundo

Desde las persecuciones del Imperio romano hasta los pasillos dorados del Vaticano, la historia del papado es también la historia del poder espiritual más influyente de Occidente. En casi dos mil años de existencia, el papado ha sobrevivido cismas, guerras, reformas, escándalos y transformaciones profundas que dieron origen al actual Estado de la Ciudad del Vaticano.

De pescador a “Vicario de Cristo”

La figura del Papa tiene sus raíces en el apóstol Pedro, considerado por la tradición cristiana como el primer obispo de Roma y, por tanto, el primer papa. Según el Evangelio de Mateo, Cristo le confió a Pedro “las llaves del Reino de los Cielos”, fundamento simbólico del poder papal. Sin embargo, la consolidación de esa autoridad como institución tomó siglos.

Durante los primeros tres siglos, los obispos de Roma eran líderes perseguidos. Con el Edicto de Milán (313 d.C.) y la conversión de Constantino, la Iglesia ganó legalidad y terreno. El Papa León I (440–461) fue uno de los primeros en ejercer una autoridad política de facto, mediando incluso con invasores como Atila el Huno.

El Estado Pontificio y la pérdida de un ejército

Desde el siglo VIII, los papas gobernaron territorios en el centro de Italia conocidos como los Estados Pontificios, respaldados por la famosa “Donación de Pipino”. Estos territorios duraron más de mil años y dotaron al Papa de poder político y militar.

Pero con la unificación italiana en el siglo XIX, los papas perdieron casi todos sus territorios. En 1870, el ejército italiano tomó Roma, y el Papa Pío IX se recluyó en el Vaticano, autodeclarado “prisionero en el Vaticano”. Este conflicto se resolvió hasta 1929, cuando Benito Mussolini firmó los Pactos de Letrán con Pío XI. Así nació el actual Estado de la Ciudad del Vaticano, un país soberano de apenas 44 hectáreas.

Con la pérdida de los Estados Pontificios, el Vaticano dejó de tener un ejército propio. Hoy, su única fuerza de protección es la Guardia Suiza, fundada en 1506, un cuerpo simbólico y ceremonial conformado por ciudadanos suizos.

Cónclaves que marcaron época

Los cónclaves —reuniones secretas de cardenales para elegir al Papa— se formalizaron en el siglo XIII tras el caos de elecciones eternas. Uno de los más célebres fue el de 1978, que tuvo dos elecciones papales en solo 33 días: tras la muerte de Juan Pablo I (el papado más corto del siglo XX), se eligió a Karol Wojtyla, el primer papa no italiano en 455 años, bajo el nombre de Juan Pablo II.

Otro cónclave histórico fue el de 2013, cuando se eligió a Jorge Mario Bergoglio como Francisco, el primer papa latinoamericano y jesuita. Llegó tras la renuncia de Benedicto XVI, el primer Papa en abdicar en más de 600 años.

Papas que duraron un suspiro… o una vida entera

El papado más largo del que se tiene registro moderno fue el de Pío IX, que duró 31 años (1846–1878), marcado por el dogma de la Inmaculada Concepción y la pérdida de los Estados Pontificios. Le sigue Juan Pablo II, con 26 años de pontificado (1978–2005), figura central en el fin del comunismo en Europa del Este.

En contraste, el papado más corto fue el de Urbano VII, quien murió de malaria apenas 13 días después de su elección en 1590. En tiempos recientes, Juan Pablo I solo reinó 33 días, generando múltiples teorías alrededor de su repentina muerte.

Un poder espiritual en transformación

Hoy, el papado enfrenta desafíos nuevos: el papel de la mujer en la Iglesia, la transparencia financiera del Vaticano, los escándalos de abuso sexual y una pérdida progresiva de fieles en muchas regiones del mundo. Aun así, el Papa sigue siendo una figura de influencia moral global.

Desde un pescador galileo hasta un jefe de Estado que se comunica por Twitter, el papado ha evolucionado sin perder su esencia: la de ser, para millones, el pastor supremo de la cristiandad.

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