El 1 de mayo de 2025, el mundo fue testigo de una ola de manifestaciones en conmemoración del Día Internacional del Trabajo. Desde América hasta Asia, millones de personas salieron a las calles para exigir mejores condiciones laborales, justicia social y denunciar políticas gubernamentales que consideran perjudiciales para la clase trabajadora.
En Colombia, el presidente Gustavo Petro lideró marchas multitudinarias en Bogotá, buscando impulsar una consulta popular para rescatar elementos de una reforma laboral previamente rechazada por el Congreso. Durante un enérgico discurso en la Plaza de Bolívar, Petro alzó una bandera histórica de Simón Bolívar y enfatizó que «el pueblo es el soberano», en referencia a la Constitución, intensificando sus críticas hacia los legisladores de oposición. Como culminación del acto, el mandatario, acompañado por parte de su gabinete, se dirigió al Senado para radicar formalmente la iniciativa de consulta popular, reforzando su llamado a la movilización y participación ciudadana en respaldo de su agenda reformista.
En Estados Unidos, las protestas se centraron en críticas al expresidente Donald Trump, con organizadores anunciando una campaña de acciones que durará un año. Las manifestaciones, que se llevaron a cabo en ciudades como Chicago, Los Ángeles y Nueva York, se enfocaron en denunciar las políticas migratorias y económicas del presidente Donald Trump y en reclamar justicia social y económica. Entre las demandas destacan un salario mínimo federal de al menos 20 dólares por hora, mayor protección sindical, permisos retribuidos, prestaciones completas, cancelación de la deuda estudiantil y la implementación de un sistema nacional de salud universal.
Estas manifestaciones reflejan una creciente preocupación global por los derechos laborales y la justicia social, en un contexto de tensiones políticas y económicas.
