¿Es un pájaro? ¿Es un avión? ¡No! Es la llegada de un nuevo Superman que promete reconectarnos con el héroe de siempre, pero también con el hombre detrás de la capa. En medio de la saturación de películas de superhéroes, el director James Gunn quiere que volvamos a mirar a Clark Kent no solo como el salvador del planeta, sino como alguien con dudas, miedos y ganas de pertenecer.
La nueva película, simplemente titulada Superman, marca un punto de partida fresco en el Universo DC. Protagonizada por David Corenswet, esta versión busca recordarnos que, aunque Kal-El vino de un planeta lejano, encontró su verdadero hogar aquí, entre gente común que no vuela ni tiene superfuerza. “Estamos creando otro mundo, uno donde todos puedan entrar desde distintos puntos sin importar la edad”, explicó Gunn en una conferencia reciente.
Más allá de los efectos especiales y las escenas de acción, el corazón del proyecto es la pregunta: ¿qué pasaría si Superman fuera real? ¿Cómo sería tener poderes casi divinos y, al mismo tiempo, preocuparse por llegar tarde al trabajo o discutir con tu jefe? Corenswet cuenta que esa dualidad es la esencia del personaje: “Clark Kent es su manera de sentirse parte del mundo. Le gusta esa vida cotidiana que para muchos puede parecer aburrida”.
Gunn y su equipo esperan que esta versión inspire algo más profundo que aplausos o nostalgia. Quieren que el público salga del cine con ganas de hacer pequeñas cosas que importan: escuchar con atención, ayudar a otros o simplemente sonreír más seguido. “No todos podemos volar como Superman, pero sí podemos ser como él en lo cotidiano”, dice Corenswet.
Casi nueve décadas después de su debut en los cómics, Superman vuelve a recordarnos que, aunque salvar el mundo suene espectacular, a veces lo más heroico es ser amable y no perder la capacidad de soñar. Quizá por eso, en tiempos tan inciertos, necesitamos tanto de un héroe que sea extraordinario, pero también un poco como nosotros.
