El Presidente visitó Kerrville, donde se reporta el mayor número de víctimas; más de 170 personas siguen desaparecidas.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, viajó este viernes a Texas para supervisar los daños provocados por las inundaciones que han dejado al menos 120 muertos y más de 170 personas desaparecidas, entre ellas cinco niñas que asistían a un campamento de verano.
Acompañado de la primera dama, Melania Trump, el mandatario llegó a Kerrville, localidad del condado más afectado, donde se han registrado 96 decesos. Ahí se reunió con familiares de víctimas, rescatistas y autoridades locales.
“Lo que pasó es algo horrible”, dijo Trump antes de salir de la Casa Blanca. “Vamos a estar con algunas de las familias”.
La visita ocurre en medio de cuestionamientos por la respuesta gubernamental ante la emergencia, así como críticas a los recortes impulsados por su administración en agencias como FEMA.
Durante su recorrido, Trump propuso crear un sistema de alertas para inundaciones: “Alarmas que se activen si hay grandes cantidades de agua o lo que sea”, comentó en entrevista telefónica con NBC News.