Filomarino celebra 60 años de danza en Bellas Artes

Presentará El comienzo y Migrantes, piezas que abordan memoria, exilio y resistencia.
Por Emilia Casanova

A sus 80 años, Rossana Filomarino regresa al escenario que marcó su debut en México: la Sala Principal del Palacio de Bellas Artes. Lo hace con el cuerpo de su obra y con una trayectoria que atraviesa seis décadas de creación, docencia e investigación escénica. La función conmemorativa se realizará el sábado 2 de agosto a las 19:00 horas, como parte de la temporada Diversas Danzas, Diversos Cuerpos, organizada por la Coordinación Nacional de Danza del INBAL.

Filomarino, fundadora de la compañía DramaDanza, presentará dos piezas clave en su repertorio: El comienzo y Migrantes, coreografías que no sólo dialogan con el presente, sino que invitan a una reflexión sobre los procesos históricos que modelan nuestros cuerpos y territorios.

Una vida danzada

Nacida en Roma en 1945, Rossana Filomarino llegó a México a los 20 años. Ese mismo año debutó en Bellas Artes e ingresó al movimiento de renovación encabezado por Guillermina Bravo con el Ballet Nacional de México. Desde entonces, no ha dejado de bailar, crear y enseñar. “Bailo desde los cinco años —ha dicho—. Llevo 75 años haciendo algo relacionado con la danza”.

En 1991 fundó DramaDanza, con la que consolidó una propuesta escénica profundamente personal, basada en una estética de autor que articula la técnica Graham, la danza butō, el teatro físico y una investigación constante entre teoría y movimiento.

En abril pasado, fue recibida por la Academia de Artes, reconociendo así su legado como una de las figuras esenciales de la danza contemporánea en México.

Cuerpo, política y esperanza

Las dos piezas elegidas para esta celebración no son retrospectivas decorativas: son obras con vigencia crítica. El comienzo —fragmento de Sol de viento (1995)— fue creada como respuesta artística al levantamiento del EZLN. “La intención era llevar la mirada del espectador hacia culturas diferentes y aceptarlas”, explicó Filomarino.

Migrantes (2019), por su parte, se gesta en medio del endurecimiento de las fronteras y los discursos de odio. Con 15 bailarines y 25 caminantes en escena, la obra pone en movimiento la esperanza y la violencia que atraviesan los flujos migratorios: “Habla de la ilusión por una vida mejor, que muchas veces termina en muerte o deportación”.

Ambas piezas invitan a mirar al otro, al que huye, al que resiste, al que queda fuera de los mapas. “Son problemáticas que no se resolverán en cinco o diez años —advirtió la coreógrafa—. Son procesos históricos de largo aliento, donde el arte tiene un papel fundamental”.

Función y acceso

La función de homenaje se llevará a cabo el sábado 2 de agosto a las 19:00 horas.

Los boletos están disponibles en las taquillas del Palacio de Bellas Artes y a través de Ticketmaster. 

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