
3I/ATLAS: Nave extraterrestre o cometa, la NASA desmiente teorías
Washington.– La NASA confirmó que el objeto detectado en el espacio por el Sistema de Última Alerta de Impacto Terrestre de Asteroides (ATLAS) no es una nave extraterrestre, sino el cometa interestelar 3I/ATLAS, el tercero identificado fuera de nuestro sistema solar y el más grande hasta la fecha, con un diámetro estimado de 11,2 kilómetros.
El descubrimiento se realizó el 1 de julio de 2025 desde el telescopio ATLAS en Río Hurtado, Chile, financiado por la NASA. El reporte inicial fue enviado al Centro de Planetas Menores y posteriormente se recuperaron observaciones previas en tres telescopios ATLAS en distintas partes del mundo y en la Instalación de Fenómenos Transitorios Zwicky del Observatorio Palomar, en California. Estas imágenes retroceden hasta el 14 de junio de 2025, revelando que el objeto se encontraba dentro de la órbita de Júpiter.

NASA/JPL-Caltech
3I/ATLAS viaja a una velocidad de 221.000 km/h (61 km/s) y alcanzará su punto más cercano al Sol el 30 de octubre de 2025, a 210 millones de kilómetros, justo dentro de la órbita de Marte. No representa peligro para la Tierra: su distancia mínima será de entre 1,6 y 1,8 unidades astronómicas, unos 240 a 270 millones de kilómetros.
Los astrónomos confirmaron que su trayectoria hiperbólica demuestra que no pertenece al sistema solar. El cometa proviene de otro sistema estelar y ha viajado durante millones de años desde la dirección de la constelación de Sagitario, en el centro de la Vía Láctea. 3I/ATLAS permanecerá visible hasta septiembre de 2025, desaparecerá detrás del Sol y reaparecerá en diciembre, permitiendo nuevas observaciones.

ATLAS/Universidad de Hawái/NASA
El equipo ATLAS le dio nombre siguiendo la convención de designación: el número “3” lo identifica como el tercer objeto interestelar descubierto, la “I” indica su origen interestelar, y “ATLAS” corresponde al sistema de sondeo que lo detectó. Es el sucesor de ‘Oumuamua (2017) y 2I/Borisov (2019).
Chris Lintott, astrónomo de la Universidad de Oxford, rechazó los rumores sobre que pudiera ser una nave alienígena: “Cualquier sugerencia de que es artificial es un disparate absoluto y un insulto al emocionante trabajo científico que estamos realizando”.