GPT-5 decepciona a usuarios comunes, pero conquista al sector empresarial

El lanzamiento de GPT-5 generó grandes expectativas, pero su recepción ha sido desigual. Para el público general, el modelo de OpenAI no significó la revolución esperada: muchos usuarios describieron la experiencia como “fría” y poco innovadora, lo que obligó incluso a reactivar temporalmente GPT-4o para clientes de pago. Analistas coinciden en que el salto fue “bueno, pero no rompedor”.

Sin embargo, en el terreno corporativo la historia es distinta. Empresas como Cursor, Vercel, JetBrains y Factory lo adoptaron en apenas una semana como su modelo por defecto, destacando ventajas en costo, velocidad y menor tasa de errores. Aaron Levie, CEO de Box, calificó a GPT-5 como un “avance” tras probarlo con documentos largos y complejos.

Entre las principales mejoras, el modelo ofrece menor alucinación, mejor calibración en sus respuestas y un sistema de enrutamiento automático que asigna la consulta al modelo más adecuado, reduciendo la carga de decisión para el usuario. Aunque en la práctica cotidiana algunos extrañan la creatividad y cercanía de versiones anteriores, en entornos empresariales la prudencia y precisión se valoran mucho más.

Razones de la decepción en usuarios comunes

Las quejas recurrentes señalan expectativas demasiado altas tras más de un año de espera, un estilo narrativo más aséptico y cambios en la interfaz que confundieron a quienes estaban acostumbrados a la personalidad previa de ChatGPT. Además, ejemplos virales mostraron errores triviales que mermaron la confianza inicial.

Aun así, quienes usan la herramienta para fines prácticos —presupuestos, guías paso a paso o consultas técnicas— han encontrado mejoras en la fiabilidad. Lo que resta espontaneidad a la experiencia casual, se traduce en eficiencia y confianza para empresas.

Donde sí destaca: código y planificación

GPT-5 se ha consolidado como líder en codificación, detección de fallos críticos y planificación estructurada de proyectos. Plataformas como Qodo y Vercel reportan que su desempeño supera a competidores en la corrección de errores y la integración de procesos complejos, con un ahorro sustancial de tiempo en entornos de desarrollo.

OpenAI estima que las interacciones empresariales que requieren varios pasos se multiplicaron por ocho desde el lanzamiento, confirmando que su mayor valor está en entornos donde un pequeño margen de mejora implica grandes ahorros.

La guerra corporativa de la IA

El verdadero campo de batalla está en el mercado empresarial. Con tarifas de 1,25 dólares por millón de tokens de entrada y 10 dólares por millón de salida, GPT-5 resulta mucho más competitivo que su rival Claude Opus 4.1, cuyo costo puede ser hasta siete veces mayor.

Anthropic y OpenAI libran una lucha por contratos millonarios en empresas y gobiernos, con estrategias agresivas que incluyen descuentos y despliegues masivos de equipos comerciales. La fidelidad, sin embargo, sigue siendo flexible: muchas compañías prueban y alternan entre ambos modelos según precio y desempeño.

En resumen, GPT-5 no es la revolución que esperaban los usuarios comunes, pero en el mundo corporativo ya se ha convertido en una herramienta clave para reducir errores, ahorrar tiempo y optimizar recursos, confirmando que la gran guerra de la inteligencia artificial se libra, sobre todo, en las empresas.

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