
EEUU lanza su avión espacial secreto X-37B para probar navegación cuántica y comunicación láser
La Fuerza Espacial de Estados Unidos puso en órbita este viernes al avión espacial secreto X-37B, una aeronave no tripulada que despegó desde el Centro Espacial Kennedy a bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX. La misión, denominada OTV-8, tiene como objetivo probar tecnologías de vanguardia, entre ellas sistemas de comunicación láser y un sensor inercial cuántico, considerado el de mayor rendimiento jamás probado en el espacio.
El X-37B, con 8.8 metros de longitud, se asemeja a una versión reducida de los transbordadores espaciales de la NASA. Su función principal es servir como banco de pruebas para tecnologías avanzadas que las fuerzas armadas estadounidenses planean aplicar en futuras arquitecturas espaciales. Aunque varios de los experimentos se mantienen en secreto, la Fuerza Espacial confirmó que el proyecto busca reforzar la resiliencia, la seguridad y la eficiencia de las comunicaciones satelitales del país.

Las comunicaciones láser, explicaron las autoridades, permiten transmitir un volumen mucho mayor de datos que la radiofrecuencia tradicional, con mayor seguridad debido a la precisión de los rayos. Además, al integrarse en redes de satélites comerciales en órbita baja, se garantiza que el sistema no dependa de un único punto vulnerable a fallos.
El jefe de Operaciones Espaciales de Estados Unidos, Chance Saltzman, aseguró que esta misión marca un hito en la capacidad de su país para aprovechar la creciente proliferación de redes espaciales. “La demostración de comunicaciones láser del OTV-8 fortalecerá la resiliencia, la fiabilidad, la adaptabilidad y la velocidad de transmisión de datos de nuestra arquitectura de comunicaciones satelitales”, declaró.
El X-37B ha sido objeto de misterio desde su primera misión en 2010. Aunque oficialmente se presenta como una plataforma de pruebas tecnológicas, analistas internacionales señalan que el programa también tiene implicaciones estratégicas, en medio de la competencia espacial que Estados Unidos sostiene con potencias como China y Rusia.
En paralelo, China anunció el éxito en la primera prueba de encendido estático de su nuevo cohete Long March 10, diseñado para futuros vuelos tripulados a la Luna. Este hecho refuerza la percepción de una nueva carrera espacial marcada por innovaciones militares y científicas en ambos países.



