El tablero político en la Cámara de Diputados está en suspenso: el PAN reivindica su derecho por rotación para presidir la Mesa Directiva, mientras Morena y aliados analizan posibles escenarios alternativos.
Ciudad de México, agosto de 2025. La renovación de la Mesa Directiva en la Cámara de Diputados ha colocado nuevamente al Congreso en el centro de la disputa política. El Partido Acción Nacional (PAN) sostiene que, conforme a la práctica de rotación establecida al inicio de la legislatura, le corresponde asumir la presidencia durante el siguiente periodo ordinario de sesiones.
La bancada blanquiazul ha reforzado su discurso en torno a la necesidad de equilibrio institucional, subrayando que la Mesa Directiva no solo es un órgano de conducción legislativa, sino también un contrapeso simbólico dentro del Congreso. Con este argumento, busca cerrar filas internas y presentarse como garante de la pluralidad parlamentaria.
En contraste, Morena y sus aliados han dejado abierta la posibilidad de revisar los términos de la rotación. Aunque reconocen el derecho formal del PAN, sostienen que el control mayoritario de la Cámara les otorga un margen de decisión que podría modificar la dinámica prevista. La estrategia ha generado incertidumbre y mantiene en suspenso la definición del relevo.
En medio de este escenario, el resto de las fuerzas parlamentarias se perfilan como actores clave. Mientras unos ven en la entrega de la presidencia al PAN un gesto de respeto institucional, otros valoran la oportunidad de negociar espacios de poder a cambio de su respaldo en las votaciones preparatorias.
El desenlace se espera en las próximas semanas, cuando el Pleno realice las sesiones formales de instalación. Lo que está en juego no solo es el cambio de un cargo administrativo, sino la proyección política de los partidos rumbo al cierre del año legislativo.