Estados Unidos ofrece 10 millones de dólares por Jesús Alfredo Guzmán Salazar, identificado como uno de los líderes de Los Chapitos y pieza clave en el tráfico de fentanilo.
Washington. — El gobierno de Estados Unidos intensificó su ofensiva contra el Cártel de Sinaloa al anunciar una recompensa de 10 millones de dólares por información que permita capturar a Jesús Alfredo Guzmán Salazar, conocido como “El Alfredillo”, uno de los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán.
La medida coloca al heredero de la facción de Los Chapitos en la primera línea de los fugitivos más perseguidos por las agencias estadounidenses. Autoridades lo identifican como operador de envíos de cocaína, metanfetaminas y fentanilo hacia el mercado norteamericano, además de encargado de coordinar el brazo armado de la organización.
El anuncio se suma a la serie de acciones emprendidas en meses recientes contra la red familiar: el Departamento del Tesoro había ordenado congelar activos y empresas vinculadas a sus operaciones, mientras que la DEA ya mantenía a Guzmán Salazar en su lista de prófugos internacionales desde 2018.
La inclusión de “El Alfredillo” en el programa de recompensas refuerza la estrategia de Washington de presionar a los mandos visibles del cártel tras el arresto de Ovidio Guzmán en 2023 y los operativos fallidos en Culiacán en años anteriores. Con esta decisión, la administración estadounidense busca debilitar el financiamiento y liderazgo de Los Chapitos, considerados pieza central en el tráfico de fentanilo hacia su territorio.
La recompensa convierte a Guzmán Salazar en uno de los capos con mayor prioridad en la agenda de seguridad bilateral, en un momento en que ambos países negocian nuevos esquemas de cooperación para contener la violencia del narcotráfico y sus efectos trasnacionales.q