La jornada 8 del Apertura 2025 regaló uno de los partidos más emocionantes en lo que va del torneo. Atlas y Santos Laguna empataron 2-2 en el Estadio Jalisco, en un encuentro que tuvo goles desde los primeros minutos, volteretas, intensidad al máximo y un cierre dramático que mantuvo a la afición al filo del asiento hasta el último suspiro.
Primer tiempo de locura: goles en ráfaga
El duelo arrancó con un ritmo frenético. Apenas al minuto 2, Jonathan Pérez adelantó a los Guerreros con un certero remate de cabeza que silenció a la afición rojinegra. Pero la respuesta del local fue inmediata: al 4’, el uruguayo Matías Cóccaro cazó un rebote dentro del área y con potencia mandó el balón al fondo para el 1-1.
El Jalisco apenas terminaba de celebrar cuando, al 6’, Diego González sorprendió con un disparo de zurda desde fuera del área que se incrustó en la portería rival, concretando la voltereta rojinegra en menos de cinco minutos.
El resto de la primera mitad mantuvo la misma tónica de intensidad: Santos presionó en busca del empate, mientras que Atlas intentó ampliar la ventaja en contragolpes comandados por Furch y Cóccaro. La pierna fuerte, las amonestaciones y los duelos individuales marcaron un primer tiempo vibrante, que se fue al descanso con ventaja mínima para los Zorros.
Santos lo empata en la agonía
En la segunda parte, Santos ajustó desde el banquillo. Los ingresos de Jordán Carrillo y Alberto Ocejo revitalizaron el ataque lagunero, que poco a poco fue encerrando al Atlas en su propio campo. Camilo Vargas volvió a ser factor, con al menos dos atajadas de reflejos para sostener la ventaja.
El tiempo corría y los Guerreros no bajaban los brazos. El esfuerzo rindió frutos al minuto 90, cuando Carrillo desbordó por la derecha y mandó un centro preciso que encontró a Ocejo. El delantero controló y sacó un derechazo al ángulo imposible para Vargas, decretando el 2-2 en la recta final.
Con ocho minutos de compensación, la tensión se elevó aún más. Atlas buscó reaccionar, mientras Santos apostó a la remontada definitiva, pero el marcador ya no se movió.
Reparto de puntos con sabor agridulce
El empate dejó sensaciones encontradas: para Atlas, el sabor amargo de haber dejado escapar un triunfo en casa en los últimos minutos; para Santos, la satisfacción de rescatar un punto en territorio hostil gracias a su insistencia ofensiva.
Más allá del marcador, el partido confirmó que ambos equipos cuentan con recursos para competir en la parte media de la tabla, y que cuando se enfrentan, rara vez defraudan en espectáculo.