
Sujo y Pedro Páramo domina los Premios Ariel
Sujo conquistó los premios centrales, mientras que Pedro Páramo acumuló siete estatuillas en apartados técnicos y de arte.

El director de Pedro Páramo, levanta el premio a Mejor Fotografía en los Ariel 67.
Puerto Vallarta, Jal., 20 de septiembre de 2025. — La 67ª edición de los Premios Ariel dejó una estampa dual: por un lado, Sujo se llevó los galardones más codiciados de la noche, y por otro, Pedro Páramo se consolidó como la producción más premiada gracias a su fuerza en las categorías técnicas y artísticas.

Luisa Huertas posa con el Ariel a Mejor Actriz por su papel en No nos moverán.
El filme Sujo, dirigido por Astrid Rondero y Fernanda Valadez, se alzó con Mejor Película, Mejor Dirección y Mejor Coactuación Femenina para Yadira Pérez Esteban. Su triunfo confirmó la potencia de las narrativas sociales y de autor, además de dar continuidad al camino que Rondero y Valadez han trazado en proyectos anteriores.
En contraste, la adaptación de Pedro Páramo, dirigida por Rodrigo Prieto, llegó a la ceremonia como la favorita con 16 nominaciones y terminó la noche con siete Arieles, lo que la convirtió en la cinta con más premios. Sus reconocimientos se concentraron en rubros técnicos: Coactuación Masculina para Héctor Kotsifakis, además de Fotografía, Diseño de Arte, Vestuario, Maquillaje, Efectos Especiales y Efectos Visuales. Aunque no logró los trofeos centrales, su dominio en estas áreas mostró la solidez de su propuesta visual y artística.

Jacqueline Andere recibe el Ariel de Oro como reconocimiento a su trayectoria en el cine mexicano.
Otras producciones también brillaron en la gala: Raúl Briones ganó como Mejor Actor por su papel en La Cocina, mientras que Luisa Huertas se alzó con el Ariel a Mejor Actriz por No nos moverán, cinta que también obtuvo el premio a Revelación Actoral para José Alberto Patiño. Estos reconocimientos confirmaron la diversidad del talento que hoy alimenta las pantallas nacionales, con apuestas que van desde la reinterpretación literaria hasta relatos sociales de gran carga política y emocional.
La ceremonia no solo fue una competencia de títulos, también un espacio de homenaje. El Ariel de Oro fue entregado a Patricia Reyes Spíndola, Jacqueline Andere y al Sindicato de Trabajadores de la Producción Cinematográfica, en reconocimiento a sus trayectorias y aportaciones.
Con más de 150 producciones en competencia y celebrada por segundo año consecutivo fuera de la Ciudad de México, la gala en Puerto Vallarta refrendó un momento plural.
El Ariel 67 dejó claro que el cine en México sigue funcionando más como un espacio de autor que como una industria consolidada. Producciones como Sujo y Pedro Páramo muestran caminos distintos: la primera desde la apuesta narrativa y social; la segunda desde la construcción visual y técnica. Ambas coinciden en señalar que el cine que se premia hoy no busca uniformidad, sino afirmarse como territorio de voces diversas que encuentran en la obra singular su mayor fuerza.