Rocha Moya llama “meserita” a su secretaria de Gobierno

Culiacán, Sinaloa .- El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, volvió a colocarse en el centro de la polémica tras referirse de manera despectiva a la recién nombrada secretaria general de Gobierno, Yeraldine Bonilla Valverde, a quien llamó “una meserita de una lonchería” durante un acto público.

La frase, pronunciada con aparente tono anecdótico, provocó indignación en redes sociales y entre colectivos feministas, que calificaron el comentario como misógino, clasista y humillante. “¿Quién era Yeraldine antes de ser diputada? Era una meserita de una lonchería”, dijo Rocha Moya frente a asistentes y funcionarios, en alusión a los orígenes de la funcionaria.

Un comentario que exhibe el machismo en el poder

El comentario del gobernador no solo fue una falta de respeto hacia Bonilla Valverde, sino una muestra del machismo estructural que persiste en la política mexicana. Reducir a una mujer a su pasado laboral como mesera —una ocupación digna y común en un país con más de 7 millones de trabajadoras del sector servicios— equivale a descalificar el esfuerzo y la movilidad social que el propio gobierno asegura promover.

Analistas y activistas señalaron que la declaración de Rocha Moya contradice el discurso de inclusión y justicia social que Morena presume. En lugar de celebrar la superación personal de su colaboradora, el mandatario optó por denigrarla públicamente, reforzando prejuicios de clase y género.

Yeraldine Bonilla: del Congreso al gabinete

Yeraldine Bonilla Valverde fue diputada local por Morena y presidenta de la Comisión de Juventud y Deporte en el Congreso sinaloense antes de ser designada secretaria general de Gobierno. Su nombramiento fue anunciado esta semana, tras la salida de Enrique Inzunza Cázarez.

Hasta ahora, Bonilla no ha respondido públicamente al comentario de su jefe político, aunque distintas legisladoras y funcionarias de Morena han expresado solidaridad con ella y exigido una disculpa pública.

Sin disculpa ni sanción

El gobierno de Sinaloa no ha emitido postura oficial, y el gobernador Rocha Moya no se ha disculpado. El episodio revive un viejo debate sobre la violencia política contra las mujeres ejercida desde el poder y la falta de consecuencias cuando proviene de altos funcionarios.