
Descubren hormona intestinal que ordena al cerebro quemar grasa: posible clave contra la obesidad
Una nueva hormona intestinal podría decirle al cerebro que queme grasa, abriendo vías prometedoras en la lucha contra la obesidad.
Investigadores de la UNICAMP y Stanford identificaron que la hormona FGF19 envía señales al cerebro para activar la quema de grasa y aumentar el gasto energético, lo que podría revolucionar los tratamientos contra la obesidad.
El cuerpo humano podría tener su propio “interruptor” para quemar grasa, y los científicos acaban de identificarlo. Una hormona intestinal llamada FGF19 envía señales directas al cerebro para activar la quema de grasa almacenada, según un estudio realizado por la State University of Campinas (UNICAMP) en colaboración con Stanford Medicine.
Los resultados fueron publicados en la revista American Journal of Physiology – Endocrinology and Metabolism y describen cómo FGF19 funciona como un “mensajero metabólico” entre el intestino y el cerebro, capaz de aumentar el gasto energético sin necesidad de reducir el apetito.
Cómo actúa la hormona FGF19
De acuerdo con los investigadores, la FGF19 (fibroblast growth factor 19) se libera naturalmente después de comer y viaja por el torrente sanguíneo hasta el hipotálamo, región del cerebro encargada de regular el equilibrio energético.
Una vez allí, estimula la grasa “marrón” o beige, que tiene la capacidad de generar calor al quemar grasa corporal. En experimentos con ratones obesos, la aplicación de FGF19 provocó una reducción significativa de grasa corporal, mayor gasto energético y mejor tolerancia al frío.
Entre los hallazgos clave del estudio:
- FGF19 aumentó la expresión de receptores neuronales relacionados con la termogénesis.
- Cuando se bloqueó el sistema nervioso simpático, los efectos desaparecieron, lo que indica que la vía depende de la estimulación nerviosa.
- Además de activar la quema de grasa, la hormona redujo la inflamación en tejidos periféricos.
Los autores sostienen que este descubrimiento abre la puerta a terapias que imiten la acción de FGF19 para combatir obesidad, diabetes y otros trastornos metabólicos.
Un cambio de paradigma en el tratamiento del sobrepeso
Más de mil millones de personas viven actualmente con obesidad, según estimaciones recientes de la OMS. Las terapias tradicionales —dieta, ejercicio o medicamentos supresores del apetito— no siempre logran resultados duraderos.
El hallazgo de FGF19 propone una nueva estrategia interna: en lugar de reducir la ingesta calórica, activar los mecanismos naturales de quema de grasa del cuerpo.
Comparación con fármacos actuales
El estudio compara la acción de FGF19 con los medicamentos basados en GLP-1, como Semaglutida (Ozempic o Wegovy), que actúan reduciendo el apetito.
Sin embargo, la diferencia es clave: GLP-1 limita el hambre, mientras que FGF19 incrementa el gasto energético.
Si los ensayos en humanos confirman sus efectos, FGF19 podría complementar los tratamientos actuales, combinando dos enfoques: menos hambre y más quema de grasa.
Un mensaje del cuerpo: comer activa la energía
Los científicos explican el fenómeno como una conversación interna:
“El intestino avisa: ‘Hay alimento’. El cerebro responde: ‘Aumentemos el gasto energético’.”
Para que esta comunicación funcione, el cuerpo necesita un sistema metabólico receptivo, lo que implica mantener actividad física regular, buena calidad del sueño y bajos niveles de inflamación.
Supervisión médica
Aunque los resultados son prometedores, los expertos advierten que la aplicación de esta hormona con fines terapéuticos aún requiere estudios clínicos en humanos.
Cualquier tratamiento relacionado con el metabolismo o la obesidad debe realizarse bajo supervisión médica profesional.



