El que no salte es comunista”: Meloni se une al coro en mitin en Nápoles

gesto de la Primera Ministra italiana durante un mitin en Nápoles desencadenó críticas de la oposición y reactivó el debate sobre la polarización política en el país.

Roma, Italia.– La Primera Ministra Giorgia Meloni ocupó este fin de semana la atención de la prensa italiana luego de sumarse, entre saltos y sonrisas, a un coro entonado por sus simpatizantes durante un acto político en Nápoles. El momento, ampliamente difundido en redes, se convirtió en uno de los videos más comentados de la jornada.

De acuerdo con Il Fatto Quotidiano, Meloni cerró el mitin acompañada del viceministro Edmondo Cirielli mientras el público coreaba un cántico tradicional de los sectores conservadores, gesto que desató aplausos entre los asistentes.

La Stampa publicó imágenes del acto y destacó que la mandataria “saltelló junto a la multitud”, en un ambiente que calificó como festivo, aunque con evidente carga política.

En contraste, Il Giornale d’Italia criticó el episodio y lo describió como una muestra del “nivel rasoterra” de la política italiana, cuestionando la pertinencia del gesto en medio de los desafíos económicos y sociales que enfrenta el país.

Reacciones políticas

La oposición aprovechó el episodio para acusar a Meloni de trivializar su posición institucional y reforzar la confrontación ideológica. Dirigentes del centroizquierda señalaron que el gesto desplaza la atención de temas sustantivos como la inflación, las reformas laborales y la situación migratoria.

Desde el oficialismo, legisladores y aliados defendieron la participación de la mandataria, asegurando que se trató de un momento espontáneo y cercano a su base política, un estilo que —afirman— ha caracterizado su comunicación desde que asumió el cargo.

Contexto

El cántico utilizado por los asistentes, de origen futbolístico, ha sido apropiado por sectores de derecha como una expresión identitaria en actos públicos. Su uso suele generar polémica, especialmente cuando involucra a figuras institucionales de alto nivel.

El episodio ocurre en un momento de tensión en el Parlamento italiano, marcado por la discusión de reformas económicas, ajustes presupuestarios y disputas internas entre los partidos de la coalición de gobierno.