
Europa cerrará la llave al gas ruso
La Unión Europea fija un calendario para eliminar el gas natural licuado ruso en 2026 y cerrar por completo las importaciones por gaseoducto en septiembre de 2027, con controles adicionales contra la elusión y planes obligatorios de diversificación energética.
La Unión Europea define el final de su dependencia del gas ruso. Negociadores del Parlamento Europeo y del Consejo cierran un acuerdo que establece la salida escalonada del gas natural licuado en diciembre de 2026 y el fin total del gas por gaseoducto en septiembre de 2027. El texto aún requiere el aval formal de la Eurocámara y de los Veintisiete.
Ursula von der Leyen califica la decisión como un punto de inflexión. La presidenta de la Comisión Europea afirma que Europa rompe un vínculo energético marcado por presiones políticas, volatilidad y chantaje comercial.
El comisario de Energía, Dan Joergensen, explica que el proceso seguirá una ruta “ordenada, gradual y coordinada”. Seis meses después de la entrada en vigor del reglamento, todos los contratos nuevos quedarán prohibidos. Después iniciará la cancelación progresiva de contratos vigentes.
La presidenta del Parlamento Europeo, Roberta Metsola, aplaude un acuerdo que, según su mensaje, afecta la base financiera de la guerra en Ucrania y fortalece la seguridad energética del continente.
Calendario del corte
25 de abril de 2026: veto a contratos de GNL anteriores al 17 de junio de 2025. 17 de junio de 2026: veto a contratos de corto plazo por gaseoducto anteriores a esa fecha. 1 de enero de 2027: inicio de la prohibición de contratos de largo plazo de GNL anteriores al 17 de junio de 2025. 30 de septiembre de 2027: cierre definitivo de importaciones por gaseoducto.
El acuerdo incorpora salvaguardas para países que enfrenten dificultades para cubrir sus niveles de almacenamiento. Estas naciones podrán extender el límite del gas por gaseoducto hasta noviembre de 2027. El texto añade controles reforzados para impedir el desvío de gas ruso mediante intermediarios y exige mayor trazabilidad en la cadena energética.
El pacto también prevé la reducción progresiva del petróleo ruso, sin plazos obligatorios. Además, los Estados miembro deberán presentar planes de diversificación energética antes del 1 de marzo de 2026 y notificar contratos vigentes con proveedores rusos para su evaluación técnica.



