En una sorprendente victoria, Masud Pezeshkian, el único candidato moderado, ha ganado las elecciones presidenciales de Irán, venciendo al exnegociador nuclear de línea dura Saeed Jalili. Pezeshkian, un cirujano cardíaco de 69 años, asume el cargo tras la trágica muerte del anterior presidente, Ebrahim Raisi, en un accidente de helicóptero en mayo. Sin embargo, muchos iraníes se muestran escépticos sobre su capacidad para cumplir sus promesas.
Prometiendo una política exterior pragmática y la revitalización del pacto nuclear de 2015, Pezeshkian insta a los iraníes a seguir con él en «el difícil camino que tenemos por delante». No obstante, su poder está limitado, ya que el Líder Supremo, el ayatolá Ali Jamenei, mantiene la máxima autoridad.
La participación en las elecciones alcanzó casi el 50%, con los votantes urbanos y jóvenes desilusionados apostando por Pezeshkian, quien podría construir puentes entre facciones pero enfrenta retos significativos. A pesar de las esperanzas de un deshielo en las relaciones con Occidente, Pezeshkian deberá equilibrar las expectativas de cambio con las rígidas estructuras de poder iraníes.
🇮🇷Campaña electoral en la recta final🗳
— HispanTV (@Nexo_Latino) July 3, 2024
En la última jornada de la campaña electoral, en vísperas de las elecciones del viernes, los dos candidatos se reunieron con sus seguidores, Masud Pezeshkian en Urmia y Said Yalili en la capital (Teherán)#IránElige #IranElections2024 pic.twitter.com/NhH7Jp1bIb
Videos virales muestran a sus seguidores celebrando en las calles, mientras que líderes internacionales como Vladimir Putin y Mohammed bin Salman han felicitado a Pezeshkian. Las tensiones regionales y el rápido avance del programa nuclear iraní añaden un contexto desafiante para el nuevo presidente.
¿Será Pezeshkian el líder que Irán necesita para lograr un cambio real? Solo el tiempo lo dirá, pero la desconfianza persiste entre los iraníes.
