Una nueva serie de explosiones de dispositivos electrónicos se reportó durante el funeral del hijo de un político de Hezbolá, Ali Ammar, en Líbano. En esta ocasión, los walkie-talkies portados por miembros de este grupo militar fueron los aparatos afectados, provocando alarma entre los asistentes.
Los primeros informes indican que, además de los walkie-talkies, también estallaron otros dispositivos, como aparatos de huellas digitales, radios portátiles y sistemas de llamadas «Pager». Las explosiones no se limitaron a dispositivos de comunicación, afectando varios tipos de tecnología.
En redes sociales, comenzaron a circular videos que muestran los efectos de estas explosiones en distintas áreas del país, como Sidon, donde se observaron incendios en centros comerciales, vehículos y motocicletas. Estos incidentes han causado graves daños materiales.
Medios locales afirman que las explosiones se extendieron a Beirut, el valle de Bekaa y el sur del Líbano, además de Sidon. Aunque aún no se ha confirmado la cifra exacta de heridos, la Agencia Nacional de Noticias de Líbano (NNA) informó un saldo preliminar de tres muertos.
Cabe recordar que el pasado 17 de septiembre, una serie de explosiones similares afectaron los beepers utilizados por miembros de Hezbolá, lo que resultó en la muerte de nueve personas y más de 2,800 heridos. Tanto Hezbolá como el gobierno libanés responsabilizaron a Israel, acusando que los dispositivos, de origen taiwanés, fueron manipulados con explosivos para realizar ataques simultáneos.