
Israel inicia ofensiva terrestre en Líbano contra Hezbolá
En las primeras horas del 1 de octubre de 2024, Israel lanzó la esperada invasión terrestre a Líbano, con incursiones limitadas dirigidas contra objetivos de Hezbolá en la zona fronteriza. Según el ejército israelí, las tropas se centraron en pueblos cercanos a la frontera que representaban «una amenaza inmediata» para las comunidades del norte de Israel. La operación fue respaldada por la fuerza aérea y la artillería, que ejecutaron ataques precisos para apoyar a las fuerzas terrestres.
Residentes de Aita al-Shaab, una localidad fronteriza libanesa, reportaron intensos bombardeos, acompañados del sonido de helicópteros y drones sobrevolando la zona. El ministro de Defensa israelí, Yoav Gallant, había anticipado que esta fase de la guerra comenzaría pronto, con el objetivo de proteger a los ciudadanos israelíes afectados por los cohetes de Hezbolá tras casi un año de enfrentamientos en la frontera.
Uno de los eventos clave que precedieron esta invasión fue la muerte del jefe de Hezbolá, Hasán Nasralá, abatido por Israel el viernes. Este golpe debilitó significativamente tanto a Hezbolá como a su aliado, Irán. La muerte de Nasralá ocurrió después de dos semanas de intensos ataques aéreos que resultaron en la eliminación de varios comandantes de Hezbolá, pero también en la muerte de alrededor de mil civiles y el desplazamiento de un millón de personas, según las autoridades libanesas.
En las últimas 24 horas, los ataques israelíes han cobrado la vida de al menos 95 personas y dejado 172 heridos en el sur de Líbano, el valle de la Becá y Beirut, según el Ministerio de Sanidad libanés. El líder adjunto de Hezbolá, Naim Qassem, en su primer discurso público desde la muerte de Nasralá, aseguró que las fuerzas de resistencia están preparadas para el enfrentamiento terrestre.
Esta escalada de violencia forma parte de un conflicto más amplio que abarca desde los territorios palestinos de Gaza y Cisjordania hasta grupos respaldados por Irán en Yemen e Irak, generando preocupación sobre una posible intervención de Estados Unidos e Irán en el conflicto.



