El presidente electo Donald Trump regresó a la Casa Blanca este miércoles, su primera visita desde que ganó las elecciones la semana pasada, para reunirse con su antiguo rival, el presidente Joe Biden, en un encuentro centrado en la transferencia de poder.
Biden abrió la reunión con un llamado a una transición sin contratiempos, afirmando: «Haremos todo lo posible para asegurar que tenga lo que necesita […] Bienvenido, bienvenido de nuevo». Trump respondió agradeciendo a Biden y comentando: «La política es dura y, en muchos casos, no es un mundo muy agradable, pero hoy es un mundo agradable, y lo aprecio mucho. Será una transición lo más suave posible».
Trump llegó a la Casa Blanca en una caravana que cruzó las puertas fuertemente vigiladas, y fue recibido en la Oficina Oval por Biden, quien lo derrotó en las elecciones de 2020. Afuera, una multitud de periodistas se reunió para cubrir el evento. En esta ocasión, Biden, quien inicialmente se postuló para la reelección en 2024 pero luego respaldó a la vicepresidenta Kamala Harris como candidata demócrata, optó por una tradición de cortesía hacia el presidente electo que Trump no siguió en 2020.
«Él cree en las normas, en nuestras instituciones, y en la transferencia pacífica del poder», comentó la portavoz de la Casa Blanca, Karine Jean-Pierre, al explicar la invitación de Biden a Trump.
Ambos líderes han sido críticos el uno del otro durante años y mantienen posturas muy diferentes sobre diversos temas. Biden, de 81 años, ha descrito a Trump como una amenaza a la democracia, mientras que Trump, de 78, ha cuestionado la competencia de Biden. A pesar de estas diferencias, Biden subrayó la importancia de una transición pacífica.
En las afueras de la Casa Blanca, los preparativos para la toma de posesión del 20 de enero ya estaban en marcha, con las gradas para los invitados VIP en construcción, un símbolo visible de la próxima transferencia de poder.
