La NASA y Lockheed Martin completan el primer vuelo del avión supersónico X-59

El avión de la NASA que rompe la barrera del sonido sin hacer ruido.

La NASA y Lockheed Martin realizaron con éxito el primer vuelo del avión experimental X-59, diseñado para volar a velocidad supersónica con un nivel de ruido reducido. La prueba se llevó a cabo en Palmdale, California, y marca el inicio de un programa que busca transformar el futuro de la aviación comercial.

Palmdale, California, 31 de octubre de 2025.- La NASA y la empresa Lockheed Martin alcanzaron un nuevo avance en la historia de la aviación con el primer vuelo exitoso del avión supersónico experimental X-59, una aeronave diseñada para superar la velocidad del sonido con un nivel de ruido significativamente menor que el de los aviones supersónicos tradicionales.

El despegue histórico se realizó desde las instalaciones de Lockheed Martin Skunk Works, en Palmdale, California, con destino al Centro de Investigación de Vuelo Armstrong de la NASA, ubicado en el condado de Kern.

El vuelo, comandado por el piloto de pruebas Nils Larson, tuvo una duración aproximada de una hora y se desarrolló sobre el desierto del sur de California, acompañado por un avión de persecución de la NASA. Durante la operación, el X-59 alcanzó una altitud de 12 mil pies (3,660 metros) y una velocidad máxima de 370 km/h (230 mph), como parte de la fase inicial de pruebas a baja altitud.

Estas maniobras forman parte de un programa de ensayos que se extenderá hasta 2029, enfocado en perfeccionar la tecnología de “bajo estampido sónico”, un desarrollo que busca reemplazar el característico estruendo de los vuelos supersónicos por un sonido más suave y controlado, similar al cierre de una puerta de automóvil.

El X-59 mide cerca de 30 metros de longitud y está propulsado por un único motor. Está diseñado para alcanzar una velocidad de Mach 1.4 —equivalente a 1,490 km/h— a una altitud de 55 mil pies (16,764 metros).

Lockheed Martin y la NASA prevén que los datos obtenidos en las pruebas sirvan para establecer nuevos estándares internacionales sobre el ruido de aeronaves supersónicas.

Antes del vuelo, el piloto Nils Larson destacó la labor del equipo técnico y la confianza en la ingeniería del proyecto:

“Confías en los ingenieros, los encargados de mantenimiento y los diseñadores. Si todos confían en el avión y confían en mí, entonces estoy listo para volar”, comentó.

Desde 2018, la NASA ha invertido más de 518 millones de dólares en el desarrollo y validación del X-59.

El secretario de Transporte de Estados Unidos y administrador interino de la NASA, Sean Duffy, señaló que el proyecto representa un hito para la innovación en el sector aeronáutico:

“El espíritu americano no conoce límites. Este trabajo mantiene el liderazgo de Estados Unidos en aviación y tiene el potencial de cambiar la forma en que el público vuela”, afirmó.

El programa del X-59 marca el renacer del vuelo supersónico, dos décadas después del retiro del Concorde en 2003. De concretarse sus objetivos, la NASA espera que esta tecnología abra el camino a una nueva generación de vuelos comerciales más rápidos y silenciosos.

Como parte del proyecto, la agencia planea realizar encuestas ciudadanas para evaluar la percepción del ruido y continuar perfeccionando el diseño antes de su eventual aplicación en el transporte aéreo civil.

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