
NASA lanza tres naves espaciales hacia el Sol
La NASA y la NOAA lanzaron tres misiones que investigarán los efectos del viento solar y la meteorología espacial en la Tierra y el sistema solar. El objetivo es proteger tanto tecnología como exploradores humanos.
La NASA y la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) lanzaron el miércoles 24 de septiembre tres misiones espaciales clave para estudiar la influencia del Sol en el sistema solar. A bordo de un cohete Falcon 9 de SpaceX, que despegó del Complejo de Lanzamiento 39A en el Centro Espacial Kennedy, viajaron la Sonda de Cartografía y Aceleración Interestelar (IMAP), el Observatorio Carruthers de la Geocorona y la nave de Seguimiento de la Meteorología Espacial en el Punto de Lagrange 1 (SWFO-L1).
El administrador interino de la NASA, Sean Duffy, destacó que estas misiones fortalecerán la preparación de Estados Unidos frente a los riesgos de la meteorología espacial, protegiendo satélites, astronautas y misiones interplanetarias.

Ciencia para proteger a la humanidad
Los tres proyectos investigarán distintos aspectos del viento solar y la meteorología espacial, fenómenos que pueden afectar la vida cotidiana en la Tierra, desde las redes eléctricas hasta el GPS.
- IMAP medirá partículas solares e interestelares y cartografiará los límites de la heliosfera, la burbuja protectora que envuelve al sistema solar.
- El Observatorio Carruthers analizará la exosfera terrestre, o geocorona, para entender cómo responde a las tormentas solares.
- La misión SWFO-L1, primera de su tipo de la NOAA, operará como observatorio permanente de meteorología espacial, vigilando la actividad solar las 24 horas y ofreciendo pronósticos más precisos.
Nicola Fox, administradora asociada de la Dirección de Misiones Científicas de la NASA, señaló que estas misiones son parte del plan “know-before-you-go” (infórmate antes de ir), fundamental para garantizar la seguridad de futuras misiones a la Luna y Marte.
Avance tecnológico y colaboración internacional
La misión IMAP es dirigida por David McComas de la Universidad de Princeton con un equipo internacional de 27 instituciones. El Laboratorio de Física Aplicada de la Universidad Johns Hopkins construyó y operará la nave.
El Observatorio Carruthers está bajo la dirección de Lara Waldrop, de la Universidad de Illinois Urbana-Champaign, con ejecución del Laboratorio de Ciencias Espaciales de la Universidad de California, Berkeley.
Por su parte, la misión SWFO-L1 es gestionada por la NOAA, con apoyo del Centro Goddard de la NASA y socios comerciales, inaugurando una nueva generación de observatorios para pronósticos ininterrumpidos de meteorología espacial.
Próximos pasos
Tras el lanzamiento exitoso, las tres naves se desplegaron y enviaron señales de confirmación. En los próximos meses viajarán hasta el punto de Lagrange 1 (L1), ubicado a 1.6 millones de kilómetros de la Tierra, donde comenzarán operaciones en enero próximo.
Con estas misiones, NASA y NOAA refuerzan el conocimiento sobre el Sol y su impacto, protegiendo tanto la vida en la Tierra como las aspiraciones de la humanidad de convertirse en una especie interplanetaria.