El esplendor del arte indígena llega a Madrid

La exposición “La mitad del mundo. La mujer en el México indígena” reúne 435 piezas arqueológicas y etnográficas en cuatro sedes de Madrid —la Casa de México, el Instituto Cervantes, el Museo Arqueológico Nacional y el Museo Thyssen-Bornemisza— como un homenaje al legado, la resistencia y la memoria de las mujeres originarias de México.

Madrid / Ciudad de México, 31 de octubre de 2025. — En Madrid, las vitrinas del pasado brillan con la luz del maíz. Bajo los altos techos del Museo Thyssen-Bornemisza, las figuras talladas, los textiles y las piezas de barro cuentan historias que cruzan el océano. La exposición “La mitad del mundo. La mujer en el México indígena” abre sus puertas como un homenaje al principio femenino de las civilizaciones originarias y como el proyecto cultural más ambicioso de México en Europa.

Organizada por el Gobierno de México, a través de la Secretaría de Cultura y el INAH, la muestra reúne 435 piezas arqueológicas y etnográficas procedentes de 25 acervos nacionales. Su magnitud es inédita: por primera vez, el país presenta en España una instalación simultánea en cuatro recintos —la Casa de México en España, el Instituto Cervantes, el Museo Arqueológico Nacional y el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza— que dialogan entre sí como un mapa simbólico del universo indígena.

El ajuar funerario de la Reina Roja de Palenque, uno de los mayores atractivos de la muestra “La mitad del mundo. La mujer en el México indígena”, se exhibe en el Museo Nacional Thyssen-Bornemisza de Madrid. / Foto: Cortesía AECID.

Las piezas recorren más de tres milenios de historia, desde los altares prehispánicos hasta las expresiones textiles contemporáneas. Se exhiben esculturas mexicas y teotihuacanas, joyas de jade y obsidiana, vasijas ceremoniales mayas, urnas zapotecas y tejidos que resguardan geometrías ancestrales. Una de las piezas más admiradas es la representación de la “Reina Roja de Palenque”, figura maya que encarna la dualidad entre vida y muerte.

Una escultura de guerrera águila da la bienvenida a los visitantes en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, como parte de la exposición “La mitad del mundo. La mujer en el México indígena”.
En las salas del Museo Arqueológico Nacional, los visitantes encuentran diosas del agua y del maíz, relieves de barro que aluden a los ciclos agrícolas y esculturas huastecas dedicadas a la fertilidad. En el Instituto Cervantes, la exposición adquiere una dimensión lingüística: se incluyen códices, bordados y narraciones orales traducidas a las lenguas maternas —náhuatl, zapoteco, mixe, maya, tzotzil, mazahua— como una forma de reivindicar la voz femenina en la tradición.

En la Casa de México en España, el color domina: huipiles bordados con hilos de caracol, máscaras de carnaval, cerámica de Tonalá y piezas rituales que muestran la continuidad entre el arte popular y las cosmovisiones prehispánicas. Los curadores han definido el recorrido como “una cartografía del cuerpo y la tierra”, donde cada obra reinterpreta la relación entre la mujer, la comunidad y la naturaleza.

La curadora Karina Romero Blanco, junto con el equipo del INAH, organizó la exposición en torno a cinco ejes temáticos: vida, tejido, palabra, ritual y memoria. Cada uno representa una dimensión del universo femenino indígena: la mujer como creadora, madre, transmisora, curandera y narradora de la historia colectiva.

Más allá de su valor estético, “La mitad del mundo. La mujer en el México indígena” se inscribe en un momento diplomático singular. La participación del ministro español José Manuel Albares y el reconocimiento de los “claroscuros” de la historia marcan una apertura simbólica entre México y España. La cultura, una vez más, funciona como puente donde la política ha sido frontera.

La exposición permanecerá abierta hasta el 15 de febrero de 2026 en la Casa de México y hasta el 22 de marzo de 2026 en las demás sedes.

Entre México y España, los pueblos nunca han estado en conflicto; los une una historia entretejida por siglos de creación y memoria. Hoy, el arte vuelve a decir lo que la historia calló.