El Museo de Arte Carrillo Gil revela su origen y transformación en medio siglo de actividades

En el marco de su 50 aniversario, el Museo de Arte Carrillo Gil (MACG) del Instituto Nacional de Bellas Artes y Literatura (Inbal) presenta una exposición que repasa su historia, evolución arquitectónica y transformación a lo largo de cinco décadas. La muestra, titulada Proyectar un museo. Fondo Arquitectónico de Augusto H. Álvarez, reúne materiales históricos como fotografías, planos y cartas que, por primera vez, se exponen juntos para desentrañar el proceso detrás de la creación de uno de los recintos culturales más emblemáticos de la Ciudad de México.

El MACG fue uno de los primeros edificios en México diseñado específicamente para ser un museo de arte, bajo la dirección de los arquitectos Augusto H. Álvarez y Enrique Carral. La obra fue solicitada por Álvar Carrillo Gil en 1958, con el propósito de albergar su importante colección de pintura y gráfica de arte moderno mexicano. La exposición revisita este proceso, ofreciendo al público una visión única de las etapas constructivas y las remodelaciones que han definido el carácter del museo a lo largo de los años.

Uno de los aspectos más destacados de la muestra son las cartas del museógrafo Fernando Gamboa, quien en ese momento dirigía el Museo de Arte Moderno (MAM) y fue subdirector técnico del Inbal. En estas misivas, Gamboa proporcionó sugerencias cruciales al arquitecto Álvarez, alentándolo a seguir adelante con el plan original para el museo. Estas cartas permiten entender cómo se gestó el proyecto desde sus inicios y revelan la importancia de la colaboración entre museógrafos y arquitectos en la construcción de espacios culturales.

La exposición también incluye imágenes que documentan las modificaciones significativas del edificio, en especial la remodelación realizada en 1985, a cargo de Augusto F. Álvarez Fuentes, hijo del arquitecto original. Durante esta intervención, se transformó la fachada del museo con el uso de elementos prefabricados de concreto, dándole el aspecto que conserva en la actualidad. Estos cambios en la estructura reflejan no solo la evolución del museo, sino también las tendencias arquitectónicas de la época.

Los planos originales y dibujos del anteproyecto de 1958 que se exhiben revelan detalles arquitectónicos fundamentales, como la forma poliédrica del edificio, su recubrimiento de vidrio, la estructura de acero y la innovadora planta libre sin columnas. El sistema de rampas centrales que conecta los tres niveles principales es otro de los aspectos clave que destacan en los documentos exhibidos, mostrando la visión de crear un espacio fluido y dinámico para la experiencia museística.

Con esta exposición, el MACG celebra su medio siglo de vida, destacando no solo su relevancia como espacio cultural, sino también como un ejemplo notable de la arquitectura museística en México.

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