Las dos Fridas, de Frida Kahlo; Vendedora de frutas, de Olga Costa, y Las músicas dormidas, de Rufino Tamayo, son algunas de las obras que el Museo de Arte Moderno (MAM) presentó en Una tuna y una torre de luz sobre un pupitre, exposición que forma parte de Ficciones de la Modernidad, como parte de los festejos con motivo de los 60 años de vida del museo.
“Después de meses de trabajo abrimos la exposición y así completamos Ficciones de la modernidad. Festejamos 60 años de crítica, de disenso y de experimentación que han tenido lugar en este museo, que ha sido catalizador de varios procesos que han transformado las artes en nuestro país, así como de las demandas de la ciudadanía por instituciones que respondan a un mundo que cambia de manera vertiginosa. ¡Larga vida al Museo de Arte Moderno!”, dijo Natalia Pollak, directora del MAM.
Dicha muestra, ubicada en la sala B del recinto, se centra en definir la modernidad artística y pone en diálogo cuatro líneas de indagación plástica: la búsqueda de una identidad plástica propia; la renovación de lenguajes estéticos; la exploración del surrealismo, y la lectura del progreso, la urbe y la industrialización.
Ficciones de la modernidad exhibe 618 obras del acervo del MAM, creadas por 97 mujeres y 175 hombres, correspondientes al periodo de 1913 a 2021. Está conformada por otras cuatro exposiciones: Manuel Álvarez Bravo. Pesquisas de la lente; En pugna, sobre las controversias dentro del arte moderno en México, y Todo había estado muy normal…, una muestra colectiva de obras producidas desde finales de los 80 hasta la actualidad.