Donald Trump, en su discurso ante el Detroit Economic Club, amenazó con reabrir las negociaciones del Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) si es elegido presidente en los comicios de noviembre. Además, advirtió sobre la posible imposición de mayores aranceles a los vehículos producidos en México, con el objetivo de revitalizar la industria automotriz en Estados Unidos.
Trump expresó su intención de invocar la cláusula de renegociación del T-MEC a los seis años del acuerdo, argumentando que es necesario para contrarrestar la creciente influencia de China en el mercado automotriz de América del Norte. Según él, los fabricantes chinos están utilizando plantas en México para introducir vehículos al mercado estadounidense, una práctica que promete detener mediante aranceles más altos y medidas proteccionistas.
Además de la renegociación del acuerdo, Trump propuso incrementar los aranceles a las importaciones y ofrecer grandes incentivos fiscales a las empresas automotrices que establezcan fábricas y realicen investigación y desarrollo dentro de Estados Unidos. También sugirió deducciones fiscales totales para los intereses de préstamos automotrices, con el fin de atraer más inversión a la industria local.
En su discurso, Trump subrayó que estas medidas obligarían a los fabricantes a producir en suelo estadounidense, afirmando: “Van a venir aquí y van a construir aquí porque no querrán pagar esos fuertes aranceles”. Esta postura refleja un enfoque proteccionista que busca fomentar la producción interna y reducir la dependencia de las importaciones, especialmente de México.