El Fondo Monetario Internacional (FMI) mantuvo su proyección de un crecimiento económico débil para México, con un 1.5% para 2024 y una desaceleración a 1.3% en 2025. Este pronóstico refleja un debilitamiento de la demanda interna debido a los efectos de una política monetaria más estricta y se espera que las condiciones fiscales también se tornen más restrictivas en 2025. El FMI ya había realizado una evaluación similar en octubre, cuando publicó su revisión de la economía mexicana bajo el Artículo IV de su normativa.
Comparado con las proyecciones de julio, el FMI ajustó a la baja el crecimiento de México en 0.7 puntos porcentuales para 2024 y en 0.3 puntos porcentuales para 2025. En cuanto a la inflación, el FMI estima una inflación anual de 4.7% para 2024 y de 3.8% para 2025, debido al aumento de los salarios, que ha dificultado una desinflación rápida en sectores como el de servicios.
Además, el FMI anticipa que el déficit en cuenta corriente de México crecerá de 0.7% del PIB en 2024 a 0.9% en 2025, mientras que la tasa de desempleo subirá del 3% actual al 3.3% para ese mismo año.
A nivel global, el FMI proyecta un crecimiento estable de 3.2% tanto en 2024 como en 2025, pero advirtió sobre un desempeño desigual entre regiones. Estados Unidos crecerá 2.8% en 2024 y 2.2% en 2025, mientras que la eurozona verá un crecimiento más moderado del 0.8% en 2024 y 1.2% en 2025. India y China siguen destacándose con proyecciones más altas, aunque con una leve desaceleración en 2025.
El FMI subraya que los choques negativos desde 2020, como la pandemia, conflictos geopolíticos y fenómenos climáticos extremos, han dejado cicatrices en las economías emergentes, afectando su producción e inflación de manera más persistente que en las economías avanzadas.