Por última vez juntos, los padres del heavy metal encendieron Birmingham en un concierto que combinó potencia, memoria y gratitud.
BIRMINGHAM.– La historia del metal cerró su círculo este 5 de julio de 2025, en un encuentro cargado de simbolismo, nostalgia y estruendo. Bajo el título Back to the Beginning, Black Sabbath ofreció su último concierto en Villa Park, el estadio de su ciudad natal, ante más de 40 mil fanáticos que no quisieron perder la oportunidad de ver a la banda que cambió la música para siempre.
Ozzy Osbourne, Tony Iommi y Geezer Butler, acompañados por músicos invitados, se entregaron con la intensidad que los convirtió en leyenda. Durante más de dos horas, desfilaron clásicos como Paranoid, Iron Man y War Pigs, en un repertorio que fue tanto una celebración como una despedida definitiva. Este concierto también marcó el retiro oficial de Ozzy de los escenarios, poniendo fin a una carrera que desafió límites y generaciones.
La atmósfera fue única: un público de todas las edades coreando cada verso mientras las pantallas mostraban imágenes de archivo y homenajes a los inicios humildes de la banda en los barrios industriales de Birmingham. Entre canción y canción, Ozzy agradeció el apoyo incondicional de los fans durante más de medio siglo. «Este es el mejor lugar para decir adiós. Aquí empezó todo», dijo visiblemente emocionado.
El evento no solo convocó a miles en el estadio. Según cifras de la organización, cerca de 5.8 millones de personas siguieron la transmisión en vivo a través de plataformas digitales, consolidando el show como un hito global y un recordatorio de la huella indeleble que Black Sabbath deja en la cultura popular.
Así, la noche del 5 de julio quedará inscrita en la memoria colectiva como el momento en que el heavy metal regresó a su punto de origen para despedirse con toda la fuerza que lo hizo nacer. Una noche para la eternidad, digna del legado de una de las bandas más influyentes de la historia.