Emma Thompson reveló que Trump la llamó en 1998 para invitarla a hospedarse y cenar durante el rodaje de Primary Colors.
Locarno, Suiza.— No todas las historias de rodaje se cuentan en el set. Algunas comienzan con un teléfono sonando en un tráiler, como le ocurrió a Emma Thompson en 1998, mientras filmaba Primary Colors, sátira política inspirada en la era Clinton.
La actriz británica relató que aquel día —el mismo en que se hizo oficial su divorcio de Kenneth Branagh— recibió una llamada inesperada. Al contestar, una voz inconfundible se presentó: Donald Trump. “Pensé que quería direcciones”, contó entre risas durante el Festival de Cine de Locarno. Pero no. El entonces magnate inmobiliario iba al grano: le ofreció alojamiento en uno de sus “hermosos lugares” y la posibilidad de cenar juntos.
Thompson recuerda haber sentido una mezcla de sorpresa y desconcierto. Con cortesía, le dijo que lo llamaría después. “Nunca lo hice”, confesó. Con el tiempo, ha llegado a bromear sobre aquel momento, especulando con un “¿y si…?” digno de guion: “Tal vez podría haber cambiado el curso de la historia americana”.
La actriz, conocida por su ingenio, no perdió la oportunidad de añadir un matiz: “Fue extraño… y también muy oportuno. Supongo que tenía una lista de divorciadas recientes a mano”. El comentario provocó carcajadas entre los asistentes al festival, que ya habían visto cómo Thompson convierte cualquier anécdota personal en un episodio teatral.
Aunque la cita nunca ocurrió, la historia ha sobrevivido más de dos décadas como una nota al pie curiosa en la biografía de ambos: la estrella de Love Actually y el futuro presidente de Estados Unidos cruzándose, fugazmente, en una línea telefónica que nunca volvió a sonar.