Ayer, 11 cuerpos fueron abandonados en distintos puntos del estado de Morelos, en un aparente ajuste de cuentas relacionado con la delincuencia organizada, según informaron autoridades estatales y de Cuernavaca.
Los macabros hallazgos ocurrieron un día después de que el gobernador suplente, Samuel Soto Salgado, declarara que la violencia es utilizada por algunos medios de comunicación para desprestigiar a su administración, tras la licencia definitiva de Cuauhtémoc Blanco Bravo. «Hay quienes quieren perjudicarme, y mientras más se avanza y más se trabaja, los que están enfrente utilizan cualquier circunstancia para golpear y demeritar», afirmó Soto Salgado el miércoles.
El primer reporte llegó alrededor de las 8:30 horas, cuando la Policía Municipal de Cuernavaca fue alertada sobre la presencia de siete cuerpos en las inmediaciones de Cerro Cortado, un área cercana al tiradero de Loma de Mejía, entre los límites de Cuernavaca y Temixco.
Horas antes, en la madrugada, ya se habían encontrado dos cuerpos maniatados y con signos de tortura en la autopista Cuernavaca-Acapulco, cerca del kilómetro 95, en la colonia Adolfo López Mateos. Más tarde, un tercer cadáver fue localizado en el estacionamiento de una Farmacia Guadalajara en la colonia Insurgentes, en el municipio de Jiutepec, y, casi simultáneamente, apareció otro cuerpo sobre la carretera Cuernavaca-Cuautla, en el tramo conocido como Cañón de Lobos.
En una entrevista, la titular de la Secretaría de Protección y Auxilio Ciudadano (Seprac) de Cuernavaca, Alicia Vázquez Luna, señaló que por las características de los hechos, todo apunta a que estos abandonos están relacionados con la actividad del crimen organizado.
