La comunidad deportiva y cultural de Oaxaca está de luto tras el asesinato de Santiago Ramírez García, entrenador y mentor de los niños basquetbolistas triquis, reconocidos a nivel internacional por su talento y esfuerzo. El ataque ocurrió en la región Mixteca del estado, donde Ramírez García trabajaba y residía, dedicando su vida a apoyar a jóvenes indígenas en situación de vulnerabilidad.
Santiago Ramírez fue encontrado sin vida en la localidad de Santiago Juxtlahuaca, en circunstancias que aún están bajo investigación. Su muerte ha generado indignación y tristeza, no solo en Oaxaca sino en todo México, pues era conocido por su labor de formar y acompañar a jóvenes triquis en el equipo de basquetbol. Estos niños, pertenecientes a comunidades indígenas y en condiciones de marginación, lograron notoriedad por jugar descalzos y por sus destacadas habilidades, que les permitieron competir y ganar campeonatos internacionales.
Familiares, amigos, alumnos y miembros de la comunidad han expresado su dolor y han exigido justicia, pidiendo a las autoridades esclarecer el caso y castigar a los responsables. Ramírez García era considerado un símbolo de perseverancia y compromiso con las comunidades indígenas, así como un ejemplo para muchos jóvenes en Oaxaca.
La Secretaría de Seguridad Pública de Oaxaca confirmó que se abrió una investigación sobre el asesinato y que están colaborando con la Fiscalía General del Estado para dar seguimiento al caso. Por su parte, el Instituto Nacional de los Pueblos Indígenas (INPI) emitió un comunicado en el que lamenta profundamente el fallecimiento de Santiago Ramírez y se solidariza con su familia, destacando su importante labor en favor de los derechos y el desarrollo de los jóvenes indígenas.
El legado de Santiago Ramírez permanecerá en la memoria de quienes trabajaron y aprendieron junto a él. Su dedicación no solo dio esperanza a muchos jóvenes, sino que también puso en alto el nombre de las comunidades triquis en México y el mundo.