CUERNAVACA APUESTA POR SER CIUDAD CREATIVA UNESCO EN GASTRONOMÍA

Cuernavaca, Mor.— La capital morelense quiere que el aroma de sus cocinas traspase fronteras. La Secretaría de Desarrollo Económico y Turismo, a través de la Dirección General de Turismo, presentó al Consejo Consultivo de Turismo (COCTUR) el expediente con el que busca ingresar a la Red de Ciudades Creativas de la UNESCO en la categoría de Gastronomía. El proyecto, encabezado por el chef Rodrigo Cárdenas Torres y respaldado por la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM) y la Secretaría de Turismo estatal, parte de una premisa sencilla: la historia de Cuernavaca se narra mejor a través de sus sabores que de sus monumentos.

Hoy existen 350 urbes en el mundo —diez de ellas mexicanas— que comparten proyectos para hacer de la creatividad un motor de desarrollo sostenible. Entrar a ese club supondría visibilidad global, acceso a financiamiento e intercambio de buenas prácticas, pero, sobre todo, una plataforma para reforzar la economía local que gira en torno a restaurantes, productores de insumos, cocineras tradicionales y emprendedores del turismo culinario.

La propuesta descansa en cinco ejes estratégicos: 1) capacitación y profesionalización del gremio; 2) fortalecimiento del abastecimiento local para reducir la huella de carbono y asegurar ingresos justos al campo; 3) marketing turístico con enfoque gastronómico; 4) alianzas con otras ciudades creativas para eventos y residencias; y 5) evaluación permanente de resultados.

“En sus jardines se han sentado líderes del mundo y en sus cocinas han nacido ideas que transforman la tradición en arte”, resume Cárdenas Torres.

No es hipérbole: desde banquetes virreinales hasta menús de autor que reinterpretan técnicas precolombinas, Cuernavaca ha convertido su clima benigno y su abundancia agrícola en un crisol de platillos que mezclan chile, frutales y hierbas de olor con propuestas contemporáneas.

El gobierno municipal creó una mesa de trabajo con cámaras empresariales, mercados y colectivos de chefs jóvenes para garantizar que el sello UNESCO impacte también a barrios y comunidades rurales. La lógica es que cada chilmole, cada quesadilla de flor de colorín o cada helado artesanal vendido en el centro histórico aporte a un circuito económico que retenga riqueza en la región.

Si la candidatura prospera, Cuernavaca se unirá a Ensenada, Puebla, San Cristóbal de las Casas, Guadalajara, Ciudad de México, Morelia, Mérida, Querétaro, Xalapa y Mexicali como destino creativo. El fallo se conocerá este mes. Mientras llega la respuesta, la ciudad afina festivales, rutas gastronómicas y convenios educativos que prueben, cucharada a cucharada, que la creatividad también se come.

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