Cuernavaca reduce su deuda a 200 mdp y perfila finanzas sanas para el cierre del trienio

Cuernavaca, Mor.— A cien días de la nueva gestión encabezada por el alcalde José Luis Urióstegui Salgado, el Ayuntamiento presentó resultados contundentes en materia de disciplina fiscal: la deuda pública, que al inicio de la administración 2022-2024 ascendía a 1 046 millones de pesos, se ubica hoy en solo 200 millones. Con ello, el gobierno municipal mantiene la meta de llegar al fin del trienio con pasivos cercanos a cero y con capacidad plena para canalizar recursos a obra y servicios.

Estrategia de saneamiento

Desde su primer periodo como edil, Urióstegui colocó el saneamiento financiero como prioridad. Entre las medidas implementadas destacan:

  • Renegociación de créditos para obtener mejores tasas y plazos.
  • Austeridad administrativa que recortó gastos operativos superfluos.
  • Optimización de la recaudación —particularmente en predial y licencias— mediante esquemas de pago en línea y campañas de regularización.
  • Asignación transparente de ahorros a proyectos con alto impacto social.

Estas acciones permitieron que, al cierre de 2024, la deuda heredada se redujera a 224 mdp. En apenas tres meses de 2025, se amortizaron otros 24 mdp, situando el saldo en los actuales 200 mdp.

Beneficios directos para la ciudadanía

La liberación de carga financiera incrementa la capacidad de inversión municipal en:

  • Infraestructura vial y de agua potable, rubros urgentes por el crecimiento metropolitano.
  • Seguridad pública, con adquisición de patrullas y tecnología de videovigilancia.
  • Programas de bienestar social dirigidos a colonias vulnerables.

Urióstegui destacó que un municipio con finanzas sólidas “recobra credibilidad ante proveedores, abre la puerta a financiamientos productivos y, sobre todo, genera confianza ciudadana porque cada peso se ve reflejado en las calles de Cuernavaca”.

Visión de mediano plazo

El plan financiero contempla saldar la totalidad del adeudo antes de concluir el trienio, meta que permitiría a la siguiente administración iniciar sin lastra presupuestal. Paralelamente, el Ayuntamiento prepara un Fondo de Reserva Municipal para enfrentar contingencias y sostener la inversión pública sin recurrir a endeudamiento.

Con este avance, Cuernavaca se perfila como un caso exitoso de austeridad y reordenamiento fiscal en gobiernos locales, sentando las bases para un futuro próspero y sin cargas que limiten el desarrollo integral de la capital morelense.

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