
Cuernavaca rinde emotivo homenaje al Maestro Víctor Manuel Contreras a dos años de su fallecimiento
Cuernavaca, Mor.— Con profunda gratitud, sensibilidad y respeto, Cuernavaca rindió este sábado un homenaje al legado artístico del Maestro Víctor Manuel Contreras Vázquez, en el marco del segundo aniversario de su fallecimiento. La ceremonia se llevó a cabo en el Museo de la Ciudad (MuCIC) y fue encabezada por el presidente municipal José Luis Urióstegui Salgado, junto con autoridades culturales, familiares, amigos y miembros de la comunidad artística.
Artista de talla internacional y ciudadano morelense por elección, Contreras dejó una huella indeleble en la ciudad que consideró su hogar durante más de cinco décadas. Escultor, pintor y humanista, fue también un benefactor que donó muchas de sus obras emblemáticas al espacio público de Cuernavaca, dotándola de identidad, belleza y memoria colectiva.

Durante la ceremonia, Urióstegui Salgado recordó con emoción la cercanía que él y su esposa Luz María Zagal Guzmán, presidenta del DIF Cuernavaca, mantuvieron con el maestro. “Le tuvimos un gran cariño. Su legado nos recuerda que el arte también puede sanar, unir y trascender”, expresó el alcalde.
Entre las piezas más representativas de Víctor Manuel Contreras destacan “La Paloma de la Paz”, que da la bienvenida a los visitantes en el acceso norte de la ciudad; “La Madre y el Niño”, ubicada en el corazón de Cuernavaca; y “Quetzalcóatl, eje de las culturas mesoamericanas”, símbolo de identidad y orgullo cultural.

El evento también incluyó palabras de Alejandro Trujillo, sobrino del artista, quien agradeció al Ayuntamiento por mantener viva la memoria del maestro; y de Donatella Lockhart, amiga cercana del homenajeado, quien evocó su espíritu festivo y su entrega al arte y la amistad.
Por su parte, Jorge Cázares Clement, integrante del Consejo Municipal de la Cultura y las Artes de Cuernavaca, propuso que el Callejón Borda —donde Contreras vivió y trabajó— lleve su nombre como parte del reconocimiento público que la ciudad le debe.
El acto cerró con la presentación del Coro Fulgencio Ávila Guevara, que aportó un toque musical lleno de nostalgia, recordando que el maestro no solo vive en el recuerdo de quienes lo conocieron, sino en cada glorieta, calle y plaza que embelleció con su arte.
