En el municipio de San Ignacio Río Muerto, al sur de Sonora, fueron encontrados los cuerpos de tres hombres y una mujer con evidentes signos de violencia. Los cadáveres estaban abandonados en un canal cercano al panteón local, lo que alertó a los ciudadanos y motivó la intervención de las autoridades.
Elementos de la Policía Municipal acudieron al lugar tras recibir reportes de vecinos y resguardaron la zona mientras peritos estatales realizaban las diligencias correspondientes. Según el comunicado de la Fiscalía de Sonora, las investigaciones iniciales sugieren que las víctimas tenían vínculos con grupos delictivos locales y que su asesinato podría estar relacionado con un intento de cambiar de bando dentro de estas organizaciones.
La Fiscalía confirmó que los fallecidos ya han sido identificados, incluyendo sus actividades y relaciones con grupos criminales en la región. Además, indicó que cuenta con datos sólidos que apuntan a personas de interés como probables responsables del crimen, y se encuentran en marcha diversas acciones para lograr su captura y posterior procesamiento judicial.
Este hallazgo se suma a los múltiples episodios de violencia que han azotado la región en los últimos meses, reflejando la pugna entre bandas delictivas por el control territorial. Las autoridades reiteraron su compromiso de actuar con firmeza para esclarecer los hechos y garantizar justicia para las víctimas.
El caso ha generado preocupación entre la población de San Ignacio Río Muerto, que demanda mayor seguridad y una estrategia eficaz para combatir la presencia del crimen organizado en la zona.
