Mauricio Fernández renuncia a alcaldía de San Pedro

A los 73 años, Mauricio Fernández Garza, una de las figuras políticas más influyentes de Nuevo León, anunció este lunes su decisión de dejar la alcaldía de San Pedro Garza García, municipio que gobernó en cuatro periodos distintos. El motivo, dijo, es el regreso del mesotelioma, un tipo de cáncer agresivo en la membrana pulmonar que desde hace tiempo ha puesto a prueba su salud.

En una conferencia de prensa, el edil confirmó que solicitó una licencia temporal de 15 días para recibir tratamiento, pero adelantó que, al término de ese periodo, presentará su renuncia definitiva.

“Quiero comunicarles que hoy presento oficialmente ese permiso. Y bueno, lo demás pasará en automático. En el regreso de los quince días, presento mi renuncia como alcalde. O sea que, de aquí al día primero, va a ser un período de transición”, expresó.

Durante su ausencia, el secretario del Ayuntamiento, Mauricio Farah, quedará como encargado del despacho.

Una vida política marcada por retos

Fernández Garza ha sido cuatro veces alcalde de San Pedro Garza García, siendo derrotado solo en 2021 por el independiente Miguel Treviño. Su estilo frontal y polémico le valió reconocimiento a nivel nacional, particularmente por su estrategia de seguridad que incluyó la creación de un “grupo rudo” para impedir la entrada de delincuentes al municipio, considerado uno de los más seguros y prósperos del país.

A la par de su carrera política, ha enfrentado en múltiples ocasiones el cáncer. En 2022 anunció que había superado la enfermedad tras someterse a distintos tratamientos, lo que le permitió regresar a la vida pública. Sin embargo, este 2025 reveló la reaparición del mesotelioma, lo que, reconoció, afecta ya sus capacidades físicas y de concentración.

“Me di cuenta de que ya no puedo continuar ejerciendo mi cargo de manera efectiva”, confesó el alcalde, al admitir dificultades para caminar y mantenerse enfocado en sus tareas diarias.

El adiós de un personaje emblemático

La salida de Mauricio Fernández marca el final de una etapa política en San Pedro Garza García, donde su figura ha estado presente durante décadas, combinando proyectos urbanos, iniciativas culturales y un estilo directo que lo convirtió en un referente del norte del país.

Su renuncia abre un proceso de transición en el municipio más rico de México, mientras el propio Fernández se enfoca en la que, según sus palabras, será la batalla más importante de su vida.