El Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG) desató una serie de ataques coordinados en más de 30 municipios de Michoacán, Guanajuato y Jalisco, dejando un saldo de al menos 8 muertos, entre ellos seis militares y dos elementos de la Guardia Nacional.
Los hechos ocurrieron tras operativos federales que buscaban capturar a líderes regionales del grupo criminal. Los ataques incluyeron bloqueos carreteros, incendios de vehículos y enfrentamientos armados, generando pánico entre la población.
Las autoridades desplegaron refuerzos militares y de la Guardia Nacional para recuperar el control de las zonas afectadas. Sin embargo, la violencia evidenció la capacidad de respuesta del CJNG y la vulnerabilidad de las fuerzas de seguridad.
Organizaciones civiles exigen una revisión de la estrategia de seguridad y mayor coordinación entre los tres niveles de gobierno para enfrentar al crimen organizado. La ciudadanía demanda acciones efectivas que garanticen la paz y la seguridad en sus comunidades.