
SUPERVISA URIÓSTEGUI OBRA CLAVE PARA SANEAR ACAPANTZINGO
Cuernavaca, Mor.— El agua residual que durante décadas ha contaminado el río Apatlaco está a punto de cambiar de rumbo. El presidente municipal José Luis Urióstegui Salgado recorrió este martes la rehabilitación del colector marginal y el cárcamo de bombeo de Acapantzingo, obra que, cuando esté terminada, enviará el flujo sanitario directamente a la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR) de la localidad.
El proyecto representa una inversión tripartita cercana a los 14 millones de pesos: la Comisión Nacional del Agua (Conagua) aporta recursos federales; la Comisión Estatal del Agua (Ceagua) suma capital estatal; y el Ayuntamiento de Cuernavaca participa junto con el Sistema de Agua Potable y Alcantarillado (Sapac). “No sólo hablamos de infraestructura, sino de salud pública y recuperación ambiental”, subrayó Urióstegui, acompañado por Esther Martínez Bahena, titular de Conagua Cuenca Balsas, y funcionarios de Ceagua y Sapac.

De la barranca a la planta
Actualmente, gran parte de las descargas domésticas de la zona sur-oriente escurren hacia barrancas que desembocan en el Apatlaco. El nuevo colector de polietileno de alta densidad —con capacidad para más de 150 litros por segundo— captará esas aguas y las impulsará al cárcamo, donde bombas sumergibles de última generación las enviarán a la PTAR. Una vez ahí, los procesos biológicos y físico-químicos permitirán reutilizar el líquido para riego en los ejidos de Acapantzingo y zonas verdes públicas.
Demetrio Chavira de la Torre, secretario de Desarrollo Urbano y Obras Públicas, explicó que la intervención incluye “cruces a cielo abierto y tramos con microtuneladoras” para evitar afectaciones a la carpeta asfáltica. El avance físico supera 35 % y se prevé concluir en noviembre.

Hacia un drenaje integral
El alcalde recordó que la capital aún carece de un sistema integral de drenaje sanitario y pluvial, aunque su administración impulsa redes paralelas que separen aguas negras y de lluvia. “Cada tubería que conectamos evita que residuales lleguen a las barrancas y, al mismo tiempo, libera presión a nuestro saturado drenaje”, dijo.
Conagua y Ceagua coincidieron en que la rehabilitación del colector “es uno de los eslabones pendientes para sanear la cuenca del Apatlaco”, donde cuatro millones de personas dependen del agua. La obra, añadieron, abre la puerta a futuros convenios para ampliar la red de colectores en colonias vecinas.
Beneficios concretos
- Reducción de descargas al río Apatlaco.
- Agua tratada para uso agrícola y ornamental.
- Menor riesgo sanitario en barrancas urbanas.
- Empleo temporal para más de 60 trabajadores locales.
Mientras máquinas excavadoras cavan la zanja principal, vecinos celebran el avance: “Antes, con cada lluvia, los olores subían hasta las casas”, cuenta Don Manuel, habitante de la calle Pípila. “Ahora sabemos que el agua sucia tendrá otro destino”.



