Ayer, una persecución entre fuerzas del orden y un grupo de hombres armados generó momentos de pánico en tres escuelas primarias del sector 4 de Culiacán, Sinaloa. El sonido de los disparos llevó a maestros y estudiantes a tomar medidas de emergencia para protegerse.
En la escuela Luis Donaldo Colosio Murrieta, al oír las detonaciones, los profesores activaron los protocolos de seguridad, pidiendo a los alumnos presentes que se ocultaran debajo de los muebles. Aunque reportaron el incidente al 911, la llegada de las autoridades se retrasó considerablemente, lo que aumentó la incertidumbre.
En otra escuela de la zona, la primaria Miguel Castillo, se canceló el receso como medida preventiva. En ambas escuelas, así como en una tercera institución cercana, los maestros llamaron a los padres para que acudieran a recoger a sus hijos antes del fin de la jornada escolar.
Más tarde, se confirmó que los disparos provenían de un grupo de hombres armados que, a bordo de cinco camionetas, eran perseguidos por la Guardia Nacional. Los agresores dispararon contra las patrullas en un intento de detener la persecución.
Además, algunos internautas denunciaron en redes sociales que en ciertas escuelas de Culiacán se está exigiendo a los padres firmar una responsiva antes de enviar a sus hijos a clases. Este documento deslinda de toda responsabilidad a las autoridades escolares ante cualquier acto de violencia. En él se lee: “Soy consciente de los riesgos que puedan implicar el traslado y permanencia de mi hijo(a) en la escuela, derivado de la situación de inseguridad y violencia actual (…) deslindo de toda responsabilidad a la escuela y su personal ante cualquier situación adversa”.
