Urióstegui destaca el papel de los cronistas y reconoce a la Uninter por impulsar su formación
CUERNAVACA, MOR. — Durante la ceremonia de graduación del Diplomado de Cronista impartido por la Universidad Internacional (Uninter), el presidente municipal de Cuernavaca, José Luis Urióstegui Salgado, subrayó la importancia de los cronistas como figuras esenciales para preservar la memoria histórica de la ciudad.
En su mensaje, el alcalde celebró la iniciativa académica y agradeció al rector de la Uninter por hacer posible el diplomado, destacando el valor de formar ciudadanos comprometidos con la historia local. “Reconozco y felicito a la Universidad por esta contribución a la cultura de Cuernavaca. La labor del cronista es clave para entender de dónde venimos y hacia dónde vamos como sociedad”, expresó.
Urióstegui evocó además dos lugares emblemáticos del centro histórico: el Callejón del Diablo y la iglesia en la calle de San Jerónimo. Sobre el primero, compartió una antigua leyenda relacionada con la conquista del pueblo tlahuica. Según la tradición, un nativo —en algunos relatos guiado por el Diablo— mostró a los españoles un árbol caído que atravesaba una barranca. Gracias a ese paso, los conquistadores lograron cruzar y atacar por sorpresa a los tlahuicas, facilitando así la toma del valle de Cuauhnáhuac.
Respecto a la calle de San Jerónimo, explicó que formaba parte del antiguo Camino Real que conectaba a la Ciudad de México con el sur del país. Añadió que la iglesia ubicada en esa vía fue mandada construir por Hernán Cortés, como parte de su estrategia evangelizadora tras la conquista.
“Estos relatos no son simples anécdotas. Son parte de nuestra identidad. Por eso el trabajo del cronista no solo informa, también construye sentido para las futuras generaciones”, afirmó el edil.
El acto académico concluyó con la entrega de reconocimientos a las y los egresados del diplomado, quienes expresaron su compromiso de seguir investigando y difundiendo la historia de Cuernavaca desde sus barrios, colonias y comunidades.
