En la segunda semana de gobierno de Javier May Rodríguez en Tabasco, se desató una ola de violencia en Villahermosa y sus alrededores, marcada por una serie de ataques armados, incendios y agresiones a negocios y vehículos. Entre los incidentes más destacados, se reportaron dos policías heridos en un intercambio de balas con presuntos delincuentes mientras custodiaban un predio en Villa Parrilla. A esto se sumó la quema de varios vehículos en distintos puntos, como en el estacionamiento de un almacén en la zona centro y cerca del puente de La Sierra en Jalapa.
También, en colonias como Gaviotas, Carrizal y Samarkanda, tiendas de abarrotes y de conveniencia fueron incendiadas tras ser rociadas con gasolina por sujetos armados que luego se dieron a la fuga. Además, fueron colocados «poncha llantas» en la zona de Bosques de Saloya y Villa Parrilla, lo que generó caos y entorpeció el tráfico.
Esta jornada de violencia coincidió con la presentación oficial del nuevo fiscal del estado, José Barajas Mejía, quien fue elegido recientemente por el Congreso de Tabasco. Según el vocero del gobierno, Fernando Vázquez Rosas, los actos violentos fueron una respuesta a recientes operativos de las autoridades. En reacción, se implementaron operativos coordinados entre las fuerzas estatales y federales, incluyendo patrullajes aéreos con un helicóptero, con el fin de restaurar el orden y garantizar la seguridad en la capital del estado.