Michael Cohen testificó en el juicio contra el expresidente de EE. UU. por el caso del pago a una actriz porno con la que había mantenido una aventura extramarital para comprar su silencio durante la campaña de 2016.
El excolaborador de Donald Trump, Michael Cohen, admitió haber mentido en nombre de su antiguo jefe y haber ejercido la intimidación durante su testimonio el lunes 13 de mayo en el juicio en Nueva York contra el exmandatario. Cohen, quien fuera abogado de Trump, respondió a los interrogatorios de la Fiscalía sobre los pagos a una actriz retirada de la industria pornográfica, que se habían disfrazado como gastos legales y que ahora enfrentan al expresidente ante la justicia.
Tras el testimonio de Stormy Daniels la semana pasada, Cohen se convierte en el testigo más destacado de la Fiscalía, que busca demostrar que Trump falsificó registros contables para ocultar un pago a la exactriz durante las elecciones de 2016. Durante la audiencia del lunes, la fiscal Susan Hoffinger cuestionó a Cohen sobre si alguna vez había mentido por Trump o había intimidado a personas. Cohen admitió haberlo hecho, justificándolo como parte de sus responsabilidades. En ocasiones, giraba la mirada hacia Trump, quien permanecía imperturbable en su asiento, habiendo desestimado el proceso.
Cohen previamente declaró que, a petición de Trump, había pagado 130.000 dólares a Daniels para comprar su silencio sobre una relación sexual ocurrida en 2006, algo que el magnate siempre negó. Según la Fiscalía, Trump reembolsó estos pagos fraccionados como gastos legales una vez que ya era presidente. En una grabación presentada por la Fiscalía, se escucha a Trump preguntando a Cohen cuánto costaría comprar el silencio de Karen McDougal, una modelo de Playboy con la que también tuvo una aventura. «Ni siquiera pensaba en Melania. Era todo por la campaña», dijo Cohen.
El abogado, conocido como el «pitbull» por su dedicación para proteger a Trump, se declaró culpable previamente y fue sentenciado a tres años de cárcel, aunque solo cumplió 13 meses y un año y medio en arresto domiciliario, por mentir al Congreso y por delitos financieros y electorales.
Paralelamente, se le acusa de haber trabajado con el tabloide estadounidense The National Enquirer para adquirir los derechos de publicación de supuestas aventuras amorosas, como la de McDougal, para luego no publicarlas, en un esfuerzo por mantener la lealtad de sus colaboradores.
En una semana difícil para Trump, quien aspira a regresar a la Casa Blanca en las elecciones de noviembre, este juicio en Nueva York se suma a las acusaciones en Washington y Georgia relacionadas con sus intentos de revertir los resultados de las elecciones de 2020 y el manejo de documentos clasificados al dejar la presidencia en 2021, aunque este último juicio ha sido pospuesto indefinidamente.