Donald Trump -el primer expresidente de Estados Unidos en enfrentar cargos criminales– llegó este lunes 3 de abril a la ciudad de Nueva York, tan solo unas horas antes de que deba comparecer ante un tribunal para que un juez le lea los cargos de los que es acusado.
El republicano llegó al Aeropuerto de La Guardia de Nueva York a las 15:30 (hora local) y tras unos minutos de preparativos se le vio bajar en solitario la escalerilla del avión, vestido con su habitual traje azul con corbata roja.
Al bajar del avión, se subió a una camioneta que, escoltada por una decena de vehículos del servicio secreto o de la policía, enfiló la ruta hacia el centro de Manhattan vía el barrio de Queens y luego el de Harlem.
Una ambulancia iba siguiendo el convoy durante todo el trayecto.
Trump entró a pie en el rascacielos que lleva su nombre e hizo un saludo con la mano a las personas que aguardaban en la calle.
Pocos minutos antes de su llegada, la treintena de seguidores que lo esperaban frente a la Torre Trump, con abundantes banderas y parafernalia trumpista, comenzaron a gritar “USA, USA, USA” cada vez que un vehículo aparecía en las cercanías.
Su viaje en automóvil desde su mansión Mar-a-Lago a su avión privado —un Boeing 757 rojo, azul y blanco con la palabra “TRUMP” pintada en letras doradas— fue transmitido en vivo por la televisión nacional de EU.
¿Trump se entregará a las autoridades de Estados Unidos?
Trump planeaba pasar la noche en Trump Tower y entregarse a las autoridades el martes 4 de abril para su fichaje y probable lectura de cargos en la tarde.
El expresidente estadounidense ha negado haber cometido delito alguno y ha atacado la pesquisa en numerosas ocasiones, se refirió a los cargos formales como una “persecución política” y pronosticó que perjudicaría a los demócratas en 2024.
En un comunicado en el que confirmaron los cargos, sus abogados Susan Necheles y Joseph Tacopina afirmaron que Trump “no cometió ningún delito. “Lucharemos vigorosamente contra este proceso político en los tribunales”, dijeron.