La oficina de la Santa Sede emitió este domingo 23 de febrero de 2025 un nuevo informe sobre el estado de salud del Papa Francisco, confirmando que su condición sigue siendo crítica, aunque durante la madrugada pudo descansar y mantenerse tranquilo.
Detalles del informe médico
El segundo reporte sobre su salud destacó que el pontífice no ha vuelto a presentar crisis respiratorias como las que experimentó el sábado 22 de febrero. Sin embargo, los análisis clínicos adicionales revelaron la aparición de una «insuficiencia renal inicial leve», que actualmente está bajo control.
En cuanto a los estudios sobre el concentrado de glóbulos rojos, se confirmó que se encuentran estables. El Papa continúa recibiendo terapia de oxígeno de alto flujo a través de cánulas nasales y permanece vigilante y bien orientado.
El informe médico recalcó que «la complejidad del cuadro clínico y la espera necesaria para que las terapias farmacológicas den alguna respuesta obligan a que el pronóstico siga siendo reservado».
Participación en la misa
A pesar de su delicado estado de salud, el Papa Francisco participó en la misa que se celebró en el piso diez del hospital donde se encuentra internado desde el 14 de febrero de 2025. Este gesto refleja su compromiso espiritual y su fortaleza en medio de la adversidad.
Contexto de su hospitalización
El pontífice fue hospitalizado hace más de una semana debido a complicaciones respiratorias que requirieron atención médica urgente. Desde entonces, su estado de salud ha sido monitoreado de cerca, y se han realizado diversos tratamientos para estabilizar su condición.
Reacciones y oraciones
La noticia sobre el estado crítico del Papa Francisco ha generado una ola de preocupación y solidaridad en todo el mundo. Fieles y líderes religiosos han expresado sus oraciones por su pronta recuperación, destacando su liderazgo y su papel como guía espiritual para millones de personas.
La Santa Sede continuará emitiendo actualizaciones sobre su estado de salud a medida que evolucione su situación. Mientras tanto, el mundo católico se mantiene unido en oración por el bienestar del Santo Padre.