
Estados Unidos aplicará control biométrico total a extranjeros
A partir de diciembre de 2025, el gobierno de Estados Unidos exigirá el registro obligatorio de datos biométricos —incluyendo reconocimiento facial, huellas y ADN— a todos los extranjeros que entren o salgan del país, como parte de un plan para reforzar la seguridad fronteriza.
Washington, D.C., Estados Unidos. El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) anunció que, desde diciembre de 2025, todos los extranjeros que ingresen o salgan de Estados Unidos deberán proporcionar sus datos biométricos, una medida que incluirá a los titulares de residencia permanente. El nuevo sistema pretende cerrar el vacío que existía en el seguimiento de personas que exceden el tiempo permitido por su visa.
De acuerdo con la publicación oficial en el Federal Register, el plan elimina las excepciones por edad y permitirá capturar información en puntos aéreos, marítimos y terrestres. La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) detalló que la operación se basará en la plataforma Traveler Verification Service, capaz de realizar comparaciones faciales en tiempo real.
Las autoridades estadounidenses calculan una precisión superior al 98 por ciento y estiman que la implementación completa tomará entre tres y cinco años, conforme se modernicen los aeropuertos y cruces fronterizos. Los residentes permanentes también deberán cumplir con el proceso en cada entrada o salida del país.
Según la CBP, el uso generalizado de esta tecnología busca prevenir fraudes documentales, suplantaciones y reingresos ilegales. El sistema, indicaron, permitirá fortalecer los controles de seguridad y agilizar los procedimientos migratorios en todo el territorio estadounidense.
No obstante, diversas organizaciones civiles y de derechos digitales expresaron preocupación por los posibles sesgos en los algoritmos de reconocimiento facial. Un informe de la Comisión de Derechos Civiles de 2024 señaló que este tipo de tecnología presenta mayores márgenes de error en personas negras y de otras minorías.
El DHS aseguró que respeta las leyes de privacidad y que las imágenes de ciudadanos estadounidenses se eliminan en menos de 12 horas, mientras que las de extranjeros permanecen 14 días en el sistema primario. Sin embargo, algunos grupos advirtieron que la expansión del programa podría derivar en un aumento de la vigilancia masiva en el país.



