La presión internacional sobre Israel crece para poner fin a la guerra en Gaza, mientras los bombardeos continúan. Estados Unidos, a través de los secretarios de Estado y de Defensa, Antony Blinken y Lloyd Austin, ha lanzado un ultimátum a Israel para revertir la crisis y mejorar la situación humanitaria en la Franja de Gaza, según reportes de medios israelíes y el portal Axios.
El gobierno de Joe Biden dio un plazo de 30 días para que Israel tome medidas urgentes que alivien la crisis humanitaria, de lo contrario, Estados Unidos suspendería el suministro de armas a su aliado, una medida que ha sido exigida por manifestantes propalestinos y respaldada por naciones como Francia y Turquía, que han promovido un boicot. Este ultimátum sigue a meses de retrasos en la entrega de equipo militar, parte de los tres mil 800 millones de dólares en ayuda militar que recibe Israel anualmente.
Entre las demandas de Washington se incluye la aceleración de la ayuda humanitaria para los 1.9 millones de desplazados en Gaza, facilitando rutas desde Jordania y evitando el aislamiento de las zonas palestinas. La situación en Gaza ha dejado un saldo de 42 mil muertos y 100 mil heridos, según fuentes locales, lo que ha generado un aumento en las críticas internacionales, especialmente contra los bloqueos que Israel ha impuesto a la ONU y a su agencia para refugiados, la UNRWA.
A pesar de las advertencias, Israel no ha respondido oficialmente al ultimátum y sigue adelante con su ofensiva militar contra Hamas y Hezbolá. Benjamin Netanyahu, primer ministro israelí, dejó claro que no se contempla un alto al fuego, argumentando que eso beneficiaría a sus enemigos, financiados por Irán. Mientras tanto, los combates continúan, con la muerte de un oficial israelí en Ashdod y ataques a tropas en Rafah, días después de que un dron de Hezbolá matara a cuatro soldados israelíes.
Israel continúa priorizando la eliminación de los aliados del llamado eje de la resistencia, en lugar de ceder a la presión internacional para detener los ataques.