Alberto Fujimori, expresidente de Perú, falleció este miércoles en su residencia de San Borja, donde pasó sus últimos días junto a su hija Keiko Fujimori, lideresa de Fuerza Popular, y sus nietas. A poco más de nueve meses de haber salido del penal de Barbadillo, tras la restitución del indulto humanitario concedido en 2017 por el Tribunal Constitucional, su salud se deterioró considerablemente. Sus hijos confirmaron la noticia a través de la cuenta de X de Keiko Fujimori, donde compartieron un emotivo mensaje:
Después de una larga batalla contra el cáncer, nuestro padre, Alberto Fujimori acaba de partir al encuentro del Señor. Pedimos a quienes lo apreciaron nos acompañen con una oración por el eterno descanso de su alma.
— Keiko Fujimori (@KeikoFujimori) September 11, 2024
Gracias por tanto papá!
Keiko, Hiro, Sachie y Kenji Fujimori.
Fuentes de El Comercio señalaron que Fujimori había mostrado un notable deterioro en su salud tras una caída en junio pasado que lo llevó a ser intervenido quirúrgicamente. Las secuelas de esa caída, sumadas a las quimioterapias que recibía por el cáncer a la lengua, aceleraron su declive físico.
Desde Palacio de Gobierno, fuentes cercanas indicaron que el Gobierno de Dina Boluarte seguirá los protocolos de la cancillería para rendirle honores de Estado al exmandatario. Según el Decreto Supremo N.096-2005-RE, el fallecimiento de un expresidente implica el izado a media asta del Pabellón Nacional en edificios públicos y un duelo oficial el día de su entierro, sin excluir a aquellos con condenas previas.
Alberto Fujimori gobernó Perú entre 1990 y 2000, y fue condenado por violaciones a los derechos humanos, en particular por las matanzas de Barrios Altos y La Cantuta. A pesar de su historial, en sus últimos meses había anunciado su intención de volver a la política activa, afiliándose nuevamente a Fuerza Popular y manifestando su deseo de postularse en las elecciones presidenciales de 2026.