
Hamás abre puerta a negociar con Trump
Hamás aceptó parte del plan de paz impulsado por Donald Trump para Gaza, incluyendo la liberación de rehenes, pero condicionó su aplicación a nuevas negociaciones mediadas.
Washington, 3 de octubre de 2025.- Hamás emitió su respuesta oficial al plan de paz de 20 puntos presentado por el presidente Donald Trump, expresando disposición para implementar la liberación total de rehenes israelíes a cambio de un alto al fuego inmediato y la liberación de prisioneros palestinos detenidos. La organización palestina confirmó su acuerdo con la fórmula de intercambio de rehenes incluida en la propuesta, pero indicó la necesidad de diálogos técnicos para detalles operativos y políticas para cláusulas específicas. Hamás rechazó explícitamente amenazas o presiones, afirmando que su aceptación se basa en la búsqueda de una solución justa y enfatizó su apertura a mediadores árabes, islámicos e internacionales para avanzar en las negociaciones.
El plan de Trump, detallado en un documento de 20 puntos, propone el fin inmediato de los combates en Gaza, la liberación de 20 rehenes israelíes en las primeras 72 horas, y la administración temporal de la Franja por una autoridad palestina tecnócrata con apoyo de países árabes e islámicos. Incluye la desradicalización de la zona, la eliminación de amenazas terroristas y la transformación de Gaza en una “Riviera” moderna mediante inversiones millonarias en infraestructura y desarrollo económico. Trump estableció un plazo hasta el domingo 5 de octubre de 2025 para la aceptación total por parte de Hamás, advirtiendo que de no cumplirse, Estados Unidos respaldará a Israel con todos los recursos necesarios para una ofensiva militar sin precedentes, descrita como “un infierno como nunca antes se ha visto”.
Israel aceptó el plan en su totalidad, con el primer ministro Benjamín Netanyahu confirmando el compromiso para detener bombardeos inmediatamente una vez iniciado el intercambio de rehenes. La propuesta establece una “Junta de la Paz” internacional, presidida por Trump y con participación de Tony Blair, para supervisar la implementación. Hamás criticó la difusión pública del documento como una táctica de presión, pero lo consideró una base viable para conversaciones, solicitando garantías contra ocupación permanente o desplazamiento forzado de la población palestina.
El plan rechaza cualquier forma de control israelí sobre Gaza post-conflicto y prioriza la reconstrucción económica, con fondos de aliados regionales para vivienda, educación y empleo. Hamás renovó su compromiso con la cesión de la administración a una entidad palestina independiente, siempre que se respeten los derechos soberanos. Negociadores de Hamás en Doha, Catar, han coordinado con mediadores qataríes y egipcios para preparar reuniones técnicas preliminares.
Trump lanzó el ultimátum tras recientes ofensivas israelíes contra líderes de Hamás en Catar, reiterando el apoyo total de Estados Unidos a Israel. El presidente ordenó a las fuerzas israelíes pausar acciones militares una vez confirmado el acuerdo, permitiendo el flujo inmediato de ayuda humanitaria a Gaza. La respuesta de Hamás se emitió desde oficinas en Beirut y Doha, donde representantes confirmaron la revisión del plan con aliados regionales.
El documento de Trump detalla la liberación escalonada de prisioneros palestinos, priorizando mujeres y menores, en proporción a los rehenes. Incluye mecanismos de verificación internacional para el cese de hostilidades y la destrucción de arsenales en Gaza. Hamás enfatizó que su aceptación no implica rendición incondicional, sino un paso hacia una solución política duradera.
Reacciones internacionales incluyen apoyo de Egipto, Indonesia, Jordania, Pakistán, Qatar, Arabia Saudita, Turquía, Emiratos Árabes Unidos, Francia e Italia, que ven el plan como oportunidad para desescalada. Israel movilizó tropas en la frontera con Gaza en espera de la decisión final, mientras Hamás instruyó a sus brigadas para abstenerse de acciones ofensivas durante el plazo.
El plazo expira el 5 de octubre de 2025, con Trump monitoreando el cumplimiento desde la Casa Blanca. Negociadores palestinos han solicitado sesiones virtuales para detalles logísticos, como puntos de intercambio en Rafah. El plan posiciona a Gaza como zona desmilitarizada bajo supervisión de la ONU, con inversiones estimadas en 50.000 millones de dólares para los primeros cinco años.
Hamás ha confirmado su rechazo a cualquier desplazamiento masivo de palestinos, alineándose con la cláusula del plan que prohíbe exilios forzados. Mediadores árabes han propuesto un fondo fiduciario para reconstrucción, con contribuciones iniciales de 10.000 millones de dólares. Trump ha instruido al Departamento de Estado para coordinar con aliados en la implementación.
La respuesta de Hamás marca un avance en las conversaciones estancadas desde el 7 de octubre de 2023, cuando el conflicto escaló con ataques iniciales. El plan de Trump, elaborado con input de asesores de seguridad nacional, busca una paz permanente mediante desarme y desarrollo económico. Israel ha aceptado el marco, movilizando recursos para el cese al fuego.
El domingo 5 de octubre determinará el siguiente paso, con Trump prometiendo respaldo inquebrantable a Israel si Hamás no cumple. Negociadores en Doha han extendido sesiones nocturnas para refinar términos. El plan incluye la liberación de cuerpos de rehenes fallecidos como gesto de buena fe inicial.
Hamás ha reiterado su compromiso con la resistencia palestina, pero prioriza el fin de la guerra para aliviar el sufrimiento en Gaza. Trump ha calificado la respuesta como “constructiva”, ordenando preparativos para el alto al fuego. La comunidad internacional monitorea el plazo, con la ONU lista para supervisar la transición.