A poco más de un día de la entrada en vigor de la tregua entre Israel y Hezbolá en Líbano, el cese al fuego se encuentra en riesgo tras nuevos enfrentamientos. Israel denunció violaciones al acuerdo, lo que derivó en ataques con drones y disparos de advertencia por parte de las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI).
Según el ejército israelí, los incidentes ocurrieron cuando individuos a bordo de vehículos se aproximaron a zonas restringidas cerca de la frontera. Estas acciones, calificadas como amenazas, llevaron a las tropas israelíes a intervenir para “frustrar” lo que consideraron un intento de sabotear el acuerdo alcanzado el 26 de noviembre.
Tel Aviv sostiene que el pacto exige que Hezbolá se repliegue a más de 30 kilómetros de la frontera y ha reafirmado su compromiso de hacer cumplir las condiciones del alto al fuego. La tregua, mediada por Estados Unidos, se mantiene en estado crítico, con fuentes de ambas partes estimando un 50% de posibilidades de que perdure, según un análisis del Times of Israel.
El acuerdo establece que las fuerzas israelíes patrullarán junto a cascos azules de la ONU hasta enero, cuando el control fronterizo será cedido gradualmente a las fuerzas oficiales libanesas. En este marco, Líbano anunció que desplegará hasta 10,000 efectivos en puestos de control a lo largo de la frontera.
Sin embargo, los enfrentamientos evidencian la fragilidad del pacto. Críticos advierten que estos episodios podrían ser utilizados por ambos bandos para justificar una escalada, complicando los esfuerzos por replicar una tregua similar en Gaza, donde los conflictos han persistido.
Mientras tanto, funcionarios de ambas partes siguen intercambiando acusaciones, complicando aún más un proceso que ya enfrenta tensiones políticas y militares significativas.